lunes, 2 de marzo de 2020

Núm. 222. Las marzas (II): Baños de Valdearados

A fin de ilustrar con un ejemplo, lo que decíamos en la entrada anterior, nos fijaremos en la letra que se canta en la actualidad en la localidad de Baños de Valdearados, a cuyo canto de las marzas asistimos la noche del pasado 29.

Puesta en escena

Decíamos al principio, que tan importante es la letra o la melodía de las marzas como todo el rito, como la puesta en escena del canto, que en el caso de Baños es de la forma siguiente.

Hoy ya no es un canto reservado a los mozos, sino que como en otros lugares, o en él intervienen hombres, mujeres y niños. En Baños se cantan «en su día», pero lógicamente aquellos años en que caen en fin de semana, los marzantes son más numerosos. Previamente, el que más y el que menos ha merendado bien en cuadrilla a fin de coger fuerzas.

Los marzantes se organizan en dos grupos, separados por una distancia considerable, de tal forma que casi del uno apenas se oye el sonido. Cada grupo se provee de un armazón de hierro cóncavo, provisto de brazos para transportarlo, sobre el que se colocarán unas gavillas que arderán e iluminarán cada parada.
Dos mujeres preparan las gavillas sobre el armazón


El primer coro canta un verso, del que se repite la segunda parte, y el segundo coro responderá repitiéndolo formando una especie de eco. Es decir, cada verso se canta dos veces, y las paradas son cinco, siendo la primera detrás de la iglesia. En total son 38 versos, y según nos informan la composición se redujo en un momento determinado, ya que en otro tiempo resultaba excesivamente larga.

Contra los fallos de memoria, la letra de las marzas se lleva escrita en una hoja, o como viene siendo más habitual en estos tiempos en el móvil, pero la mayoría canta las estrofas de memoria, pues son muchos años cantándolas. 

Como nota complementaria, diremos que es opinión general que por ser una celebración con claro carácter lúdico, que incluye algunas marcas de transgresión, no faltan las improvisaciones, los gritos, los relinchos, propios de algunas manifestaciones de las canciones populares, y hasta un cierto desmadre en la forma de cantarlas. Todo sea bienvenido para recibir a marzo.

Entrada 

Las marzas comienzan con una petición de permiso par cantarlas, variando o combinando las distintas autoridades. Le sigue normalmente un dedicatoria o petición al Santo Ángel de la Guarda, cuya festividad celebra la Iglesia católica precisamente el 1 de marzo, aunque en el caso de Baños aparece un poco más tarde. 
Fogata en el centro y coro de marzante detrás


Porque aunque insistamos en el carácter pagano de esta celebración la cristianización de la letra tuvo lugar muy pronto, y son varios los elementos religiosos que encontramos en ella, como veremos a continuación.

La presencia de los otros, de los compañeros que colaboran en el canto, la cortesía hacia ellos, está también muy presente en estas entradillas, salutaciones o preámbulos.

1. Para cantar las marzas / licencia tenemos, licencia tenemos.
2. Del señor alcalde /  y del Ayuntamiento...
3. Empezad vosotros, / buenos compañeros...
4. Empezad vosotros, / os las dejaremos...

Invitación a las damas

En la mayoría de los pueblos se incluye el llamado Retrato de la doncella, composición de una cierta longitud en la que se va describiendo a la mujer utilizando distintas metáforas y comparaciones para las distintas partes del cuerpo. En muchos de estos pueblos esta composición se canta también de forma exenta acomodándola a otro tipo de melodía. Hoy, ya se ha dicho, esta parte de la ronda ya no tiene la finalidad que tenía antes, las mujeres participan además en el canto, pero los marzantes, aun con todo, lo conservan.

En Baños esta parte se ha suprimido y a las damas se las invita a participar en las marzas en un conjunto de cuatro versos.
5. Asomaos, damas, / a vuestras ventanas...
6. Si queréis oír / estas lindas marzas...
7. Asomaos, damas, / a vuestros balcones...
8. y oiréis las marzas, lindos corazones...

Los meses del año

Llegamos a uno de los núcleos de las marzas, para muchos la raíz de ellas, el canto a la primavera y a la llegada del nuevo año. No obstante, quedan pocos indicios en la memoria de los informantes más ancianos, de que esta fuera la intención de cantar las marzas, más bien, la ya comentada de hacer una petición de viandas, o como mucho rondar a las mozas.

La mayoría de estos versos pueden encontrarse en los refraneros como auténticos refranes, y todavía pueden oírse en la zona, incluso en aquellos pueblos donde ya no se cantan marzas, repetidos como piezas de la sabiduría popular. 
Otra escena con la hoguera en medio y los marzantes alrededor


La invocación al ángel de la guarda, o a san Rosendo, es casi obligatoria en todas ellas.
9. Esta noche entra marzo / con el ángel de la guarda...
10. Que nos salve y nos defienda / y nos favorezca el alma...
11. Esta noche entra marzo / desde media noche abajo...
12. Desde marzo entra abril / con las flores relucir...
13. Desde abril entra mayo / con las flores relumbrado...
14. Desde mayo entra junio / con las hoces en el puño...
15. Desde junio entra julio / segando más a menudo
16. Desde julio entra agosto, / el que lo remata todo...
17. Desde agosto entra septiembre. / ¡Oh que lindo mes es este!...
18. Que se coge pan y vino, / ¡si durara para siempre!...
19. Si para siempre durara, / pan y vino no faltara...

Romance del prisionero (Los deseos del amor)

Llegamos al Romance del prisionero, que en el caso de Baños presenta la peculiaridad de encontrarnos ante una versión en la que las prisiones no se mencionan. Se prefiere ensalzar el amor propio de este mes, y los anhelos de los enamorados; de hecho, en un folleto de hace algunos años que guardamos, a esta parte la denominaron Los deseos del amor.

Aunque la melodía es la misma que en las estrofas anteriores, uno de los grupos sí que introducía una pequeña variación pidiendo que se relajara el tempo:
«suave, templando...», sin duda queriendo marcar de alguna forma que se va a cantar otro tipo de composición.
20. Mes de mayo, mes de mayo, / mes de los grandes calores...
21. Cuando las cebadas granan, / los linos andan en flores...
22. Cuando las yeguas relinchan, / los caballos corren, corren...
23. Cuando los enamorados / andan en busca de amores...
24. Tenía tres pajarillos, / que cantaban mis amores...
25. El uno es la tortolilla / y el otro es el ruiseñor...
26. El otro es un pajarillo / que canta al salir el soL..
27. Y un domingo mientras misa, / me lo mató un cazador...
28. Si lo hizo por la pluma, / ¡pluma le hubiera dao yo!...
29. Si lo hizo por la carne, / ¡no pesaba un cuarterón!...
30. Si lo hizo por venganza, / ¡mala dicha le dé Dios!...


La petición de manjares caseros

Y tras todos estos preámbulos se llega a la que sin duda era la principal razón de que los mozos salieran a la calle la noche del último día de febrero: hacer acopio de viandas para organizar una juerguecilla. 

Como puede apreciarse lo que se pedían eran alimentos básicos que se tenían en casa, huevos o productos de la matanza, aunque en algunos casos también se pedía dinero «para pagar al tabernero», algo que se conserva, e incluso se actualiza, pues en las marzas de Santa Catalina (Aranda) se piden euros.

Aunque la generosidad de los vecinos solía darse, no faltaban los rácanos para los que los marzantes guardaban algunas precisas maldiciones. Estos versos también están ausentes en las marzas de Baños, probablemente no serían necesarios estos «buenos deseos» para los roñosos.
31. Si nos dais un huevecito / de la gallinita pinta...
32. De la más juntita al gallo, / de la más coloradita...
33. Si nos dais un huevo, / no nos le deis huero...
34. Si nos dais chorizos, / gordos y latizos...
35. Si nos dais morcilla, / no la deis podrida...

La despedida

Una vez conseguido lo que querían, los marzantes se despedían hasta el año venidero, aunque aún añaden otro verso haciendo referencia a una fecha más próxima, el «domingo primero». Seguramente se refieren al Domingo de Pascua, cuando ya se habría levantado las restricciones propias de la Cuaresma, y podrían pedirse otra vez chorizos y morcillas.

36. Y con esto, ea, ea. / Y con esto adiós, adiós...
37. Y con esto adiós, / hasta el año venidero...
38. Y con esto adiós, adiós, / hasta el domingo primero...
En el caso de Baños volverán los marzantes a repetir la serie de versos cuatro veces más, antes de premiarse con un chocolate ofrecido por la asociación cultural. 

En la primera de las series, pudimos atrapar este último verso improvisado por parte de uno de los marzantes:
Que nos caiga un chaparrón / pa que crezcan bien los yeros...
Cartel oficial de la fiesta con el logotipo de la Asociación Dios Baco


4 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Y pronto, los mayos.

elemartinezdomingo@hotmail.c dijo...

Q no se pierdan estas bonitas costumbres..

elemartinezdomingo@hotmail.c dijo...

Q no se pierdan estas bonitas costumbres

eva dijo...

gracias por el artículo y que la tradición no se pierda.