lunes, 22 de marzo de 2010

8. El esposo de María, hace la noche igual al día

El pasado 20 de marzo entró la primavera, los campos se nos han llenado de flores y los frutales nos presentan unos colores que solo mejorarán cuando lleguen sus frutos, los días son más largos y el mundo de este hemisferio empieza a desentumecerse.

Estamos ya en esa época en la que las tardes empiezan a cundir, y el sol nos da en la cama antes de lo que imaginamos y ya es pleno día de camino el trabajo.

El refrán que comentamos hoy es ralativamente moderno, registrado por Rodríguez Marín (1926)  viene a actualizar, por haberse quedado desfasado el más tradicional de San Matías iguala las noches y los días.

Como ya comentamos en su día al hablar de los refranes de San Antón, la reforma gregoriana efectuada en el calendario incide directamente en la interpretación de los refranes, ya que las estaciones, y por lo tanto los refranes anteriores a la reforma, llevaban una adelanto de diez días. Así, la festividad de San Matías, que se celebraba el 24 de febrero vendría a coincidir con nuestro 6 de marzo actual, fecha todavía adelantada, pero en la que en nuestra latitud  la sensación de mayor luminosidad es plena, completada además por otros signos que pueden observarse en la naturaleza como son la llegada de ciertas aves. Por San Matías, se igualan las noches con los días, pega el sol en las umbrías y cantan las gullerías, dice un refrán recogido en Quintana del Pidio (Ugarte García, 2008).

Gullería, en esta acepción de cierta ave, no es palabra que podamos encontrar fácilmente en un diccionario; tampoco lo es golloría, palabra que aparece en al variante San Matías iguala las noche con los días: entra el sol en las umbrías y cantan las gollorías (Rodríguez Marín, 1926). Ambas, pueden ser deformaciones populares por contaminación de la palabra  grullería, palabra que tampoco aparece en los diccionarios, pero que hace referencia al conjunto de grullas que como aves de paso en esta época pueblan nuestros cielos. De grullerías nos habla una informante de Quintana del Pidio que riza el rizo y forzada por la rima asegura:  Por San Matías, igualan las noches con los días, da el sol en las umbrías, cantan las grullerías y riñen los tíos con las tías. Otras versiones hablan de totovías o cotovías y otros refranes más racionales hablan de que cantan los pajaritos sus gallardías:  En cada pueblo y en cada hablante parece cantar un pájaro distinto.

Gullerías, gollorías, grullerías, totovías, gallardías... todo vale: la rima manda, y si no tenemos palabra adecuada la inventamos, que como iremos viendo en no pocas ocasiones los refranes inventan sus palabras.

Pero dejemos la festividad de San Matías, qur por cierto la Iglesia católica cambió al 14 de mayo, y volvamos a la festividad de San José en el refranero.

La llegada del equinoccio se lleva las velas de muchas tareas que las precisaron allá avanzado el otoño, como nos muestran los siguientes refranes recogidos por Rodríguez Marín: San Francisco (4 de octubre) trae la vela y San José se la lleva San Eugenio (13 de noviembre) trae la vela, y San José se la lleva ; San Andrés (30 de noviembre) trae la vela y San José se la lleva. 

Si hay dudas y un amplio margen a la hora de encender las velas, desde luego no parece haber duda a la hora de apagarla.


Las golondrinas son los animales característicos y más visibles de esta época, ya lo dice un conocido refrán De marzo a la mitad, la golondrina viene y el tordo se va (Ugarte García, 2008), pero también el cuco hace su aparición: Al cuco, San José le da el habla, y San Pedro (29 de junio) se la quita (BADARE, consulta: 22/03/2010), y otros animales más difíciles de ver que van asomándose poco a poco, como con timidez: En marzo, saca la cabeza el lagarto (BADARE, consulta: 22/03/2010);  En marzo, saca la cabeza el lagarto; en abril, hasta el cuadril; y en mayo, hasta el rabo (BADARE, consulta: 22/03/2010).

En defnitiva...
la primavera ha venido. 


Bibliografía

BADARE: base de datos sobre refranes del calendario y meteorológicos en la Romania. Universidad de Barcelona. [En línea]:  (http://stel.ub.edu/badare/).
Rodríguez Marín, Francisco (1926) Más de 21.000 refranes castellanos no contenidos en la copiosa colección del Maestro Gonzalo Correas: allególos de la tradición oral y de sus lecturas durante más de medio siglo: (1871-1926). Ed. Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos.
Ugarte García, María del Carmen (2008): «Refranero agrícola de Quintana del Pidio» en Cuadernos del Salegar, núm. 55-56.

viernes, 12 de marzo de 2010

7. Para morir y nacer, el amancer

En Valladolid, en su Vallodolid que gracias a él es un poco el de todos, ha muerto Miguel Delibes.
Ha muerto al amanecer, porque como bien saben las personas que cuidan enfermos y parturientas, para morir y nacer, el amanecer.
Seguramente habrá una razón para ello, puede que sea solo casualidad o mera creencia, pero lo cierto es que si bien es verdad que ahora somos capaces de regular los nacimientos y casi podemos elegir el día y hora en que han de nacer nuestros hijos, o elige el tocólogo que tanto da, la muerte nos sigue sorprendiendo, viene cuando se la espara y cuando no se la espera, y gusta de esas horas en las que el sol lucha por llevarse las sombras y el mundo se despereza. Buen momento para reencarnarse, sin duda.
Ha muerto rodeado de los suyos, de muerte natural, de viejo si se quiere, aunque como él mismo nos recordaba en La guerra de nuestros antepasados: «Vivir para morir, esa es la ley, doctor, el modo poco importa.»

Durante mucho tiempo llevé anotada en mi cuaderno una larga cita, que se me había quedado grabada casi a fuego. Con todo el respeto para el maestro que fue y que seguirá siendo mientras podamos seguirle leyendo, la recupero aquí y ahora a manera de modesto homenaje:
Y empecé a darme cuenta, entonces, de que ser de pueblo era un don de Dios y que ser de ciudad era un poco como ser inclusero y que los tesos y el nido de la cigüeña y los chopos y el riachuelo y el soto eran siempre los mismos, mientras las pilas de ladrillo y los bloques de cemento y las montañas de piedra de la ciudad cambiaban cada día y con los años no restaba allí un solo testigo del nacimiento de uno, porque mientras el pueblo permanecía, la ciudad se desintegraba por aquello del progreso y las perspectivas de futuro.

lunes, 8 de marzo de 2010

6. Quien hambre tiene, con pan sueña

La mayor parte de los refranes llevan una carga metafórica importante, no pueden ser leídos ni aplicados al pie de la letra, sino interpretados y acomodados a las circunstancias de cada cual.

Solemos aplicar burlonamente  lo de quien hambre tiene, con pan sueña, al que anda siempre hablando de lo que no tiene, con frecuencia también al plano amoroso o erótico de los sueños no alcanzados por ejemplo de tomarse un cafetito con George Clooney o  Pé Cruz,  pero ¿qué ocurre cuando el refrán responde a una realidad escalofriante?

La entrega de los cuerpos a sus familiares de quince presos que murieron en la prisión de Valdenoceda durante el franquismo nos deja un impagable testimonio del verdadero significado de este refrán:
«Mis mejores sueños eran siempre con pan. Soñaba con pan. ¿Cuánta hambre puede tener una persona para que sus mejores sueños sean un simple trozo de pan?».