sábado, 26 de diciembre de 2020

Núm. 239. Navidad en la Ribera

Pesebre con san José, la Virgen y el Niño de cartón
Gumiel de Izán

 

La práctica totalidad de los refranes ribereños de la segunda mitad de diciembre giran en torno a la Navidad, no siempre coincidiendo con los días exactos, sino con todo el periodo navideño. 

Situándola en el calendario y los días previos

Manzano que ha perdido las hojas, pero no los frutos y está cargado de manzanas amarillas. o Ar
Naturaleza en Quintana del Pidio

 

Madroños en Quintana del Pidio
Quintana del Pidio

 

Hemos alcanzado el solsticio de invierno, el sol está en su punto más bajo; pero además, si sabemos contar, algunos refranes nos dan la pista de las fechas en las que estamos para que no nos despistemos:
De Navidad a San Juan, medio año cabal; 
y recordemos que

De San Andrés a Navidad, veinticuatro días van.

En cuanto al tiempo, aunque algunos refranes nos han anunciado que el invierno ha llegado, lo normal es que se consideren los días previos bastante bonancibles, al menos en relación a los que han de llegar después:

De vendimias a Navidad, todo es coser y cantar,

dicen en Villalba de Duero; y  

Hasta Navidad, ni hambre ni frío pasarás;

Ni calor hasta San Juan, ni frío hasta Navidad.

La Navidad y el frío

Portada de la iglesia románica y escaleras de acceso convenientemente iluminadasIg
Terradillos de Esgueva

 El frío, que se venía anunciando desde los Santos, De los Santos a Navidad es invierno de verdad, y De los Santos a Navidad, o bien llover o bien nevar, está instalado sin discusión entre nosotros: 

Hasta el día de Navidad no es invierno de verdad;

recogido en Zazuar; aunque también se dice: 

Un mes antes y otro después de Navidad, es invierno de verdad.

En cualquier caso el

Mes de la Pascua, se vive junto al ascua,

nos recuerdan desde Quintana del Pidio; y porque cuando hace su tiempo hace buen tiempo:

Frío por Navidad y calor desde San Juan,

se adelantan un poco en La Horra, añorando, sin duda, el calor y los días de sol del verano.

La Navidad y la superstición 

Valdeande

Si por casualidad hiciera buen tiempo por Navidad, el refranero supersticioso nos recuerda que para la otra Pascua ocurrirá todo lo contrario:

Por Navidad sol, por Pascua carbón;

o esta versión más específica:

La Pascua de Navidad al sol, la de Resurrección al tizón.

Nacer en Navidad 

Enrique Calvo, de Quintana del Pidio, nos proporcionó el siguiente refrán acerca de los que nacen en este día:

El que nace en Navidad, es listo de calidad.

¿Listo o tonto? Porque en distintas publicaciones castellanas (Diario de Burgos) y leonesas (Guía comercial y artística de León y su provincia, 1923), de principios y mediados del siglo XX, aparece listado entre los refranes de diciembre el siguiente: 

El que nace por Navidad, es tonto de calidad,

sin mayor explicación; lo mismo que López de Guereñu al recogerlo en el Refranero alavés. De Hoyos, que, por su parte, que también lo recoge, lo atribuye al mero sonsonete. ¿Nos cambió Enrique Calvo el refrán, por si acaso tenía alguna persona próxima que hubiera nacido en ese día?

No creemos, porque la creencia de que nacer el día de Navidad trae buena suerte, lo encontramos atestiguado en diferentes lugares. Por ejemplo, según La Ilustración Católica, del 23 de diciembre de 1905:

En muchos países hay la creencia de que el que nace en Navidad será feliz toda su vida.

En Silesia se dice que al niño nacido en este día hay que darle la carrera de abogado, o de lo contrario acabará, por ser ladrón.

Curiosa creencia y curiosas costumbres. Más cerca, en la provincia de Salamanca (Blanco, 1985), son más lacónicos y se limitan a decir:

El que nace en Navidad, buena suerte.

Tres troncos de pino con barbas y gorros de Papá Noëlzas
Villanueva de Gumiel
La Navidad y los pobres 

Si tuviera que elegir uno solo de los refranes ribereños relacionados con la Navidad, sin lugar a dudas me quedaría con:

Al que en alpargatas va en Navidad, no preguntes cómo le va.

¿Se puede decir tanto en tan poco? 

En Villalba dicen algo parecido, pero sin duda con menos fuerza:

Si no estrenas en Navidad, ya sé cómo te va.

María Gil, de Campillo de Aranda, se acuerda de la solidaridad y del hogar en estos días:

No solo en Navidad debe haber solidaridad, 

y

Por Navidad, dichoso el que está en su hogar.

De María Gil también obtuvimos el siguiente refrán, aunque ella nos lo cambió un poco, pues resulta en estos tiempos un poco enrevesado:

Ni mueras en mortandad, ni juegues en Navidad.

Ya estaba en Hernán Núñez que añadió el comentario: «que no se puede hacer bien la cosa en que muchos entrevienen (sic.)». Extabe da una explicación más acorde con estos tiempos: «se emplea para advertir de la falta de novedad que supone que determinados hechos se produzcan en los lugares y épocas en que es natural que sucedan».

Otros consejos y constataciones

Entrada de una de las bodegas con un lazo navideño
Zazuar

Respecto de las faenas agrícolas, hay que estar preparados siempre para arar, como aconsejan en Villalba:

El que quiera coger pan, que are por Navidad.
Pero la lluvia tiene que seguir cayendo para ir preparando la tierra, y para que la semilla ya sembrada vaya germinando:

En no lloviendo en Nochebuena, no hay sementera buena.

A pesar de estar en periodo festivo, los alimentos no abundan, recordemos que estamos en tiempo propicio para ciertas verduras: 

Por Navidad col, y por Pascua, carbón.

Y habrá que ir pensando en las próximas despensas: 

En septiembre las gallinas vende, por Navidad vuélvelas a comprar

Bibliografía

  • Barniol, Albert et alii (2014): Los refranes de el tiempo. Madrid: Espasa Calpe. 
  • Blanco, Juan Francisco (1985): Prácticas y creencias supersticiosas de la provincia de Salamanca. Salamanca: Centro de Cultura Tradicional.
  • BNE: Hemeroteca Digital, [consulta: 05-12-2020].
  • Cantera Ortiz de Urbina, Jesús y Sevilla Muñoz, Julia (2001): El calendario en el refranero español. Madrid: Guillermo Blázquez, Editor.
  • Etxabe Díaz, Regino (2012): Diccionario de refranes comentado. Madrid: Ediciones de la Torre.
  • Hoyos Sancho, Nieves de (1954): Refranero agrícola española. Madrid: Ministerio de Agricultura.
  • Hurtado González, Luisa (2018): La meteorología en los refranes. Madrid: Ministerio de Agricultura y Pasca, Alimentación y Medio Ambiente. AEMET.
  • JCyL: Biblioteca digital de Castilla y León, [consulta: 25-12-2020].   
  • López de Guereñu, Gerardo (1988): Refranero alavés. Victoria-Gasteiz: Diputación Foral de Álava.
  • Núñez, Hernán (1555 = 2001): Refranes y proverbios en romance. Edición crítica de Louis Combet, Julia Sevilla, Germán Conde y Josep Guia. Madrid: Guillermo Blázquez, Editor; 2 vols.
  • Ugarte García, María del Carmen (2007): El refranero del C. R. A. Valle del Riaza. [En línea]: http://cravalledelriaza.centros.educa.jcyl.es/sitio/index.cgi?wid_seccion=6&wid_item=87, [consulta: 3-5-2020].
  • «Refranes agrícolas de Quintana del Pidio», Cuadernos del Salegar, núm. 55-56. [En línea]: http://mimosa.pntic.mec.es/~jcalvo10/Textos-CdS/55-56-RefranestiempoQuintana.pdf, [consulta: 3-5-2020].
  •  — (2012): Paremias y otros materiales de tradición oral en la Ribera del Duero. Estudio etnolingüístico y literario. Tesis doctoral dirigida por María Josefa Postigo Aldeamil. [En línea]: https://infoling.org/elies/?t=ir&t=ir&info=Tesis&id=106&r=360Raquel, [consulta: 3-5-2020].

Las imágenes de los distintos pueblos me las han enviado los amigos: Agustín, Chelo, Juanjo, María, María José y Montse,

lunes, 14 de diciembre de 2020

Núm. 238... y los nabos en Adviento


 Tiempo de Adviento

Comenzamos el mes de diciembre metidos en el Adviento, que habrá que recordar que es el tiempo litúrgico que prepara la venida de Jesucristo. Comprende cuatro semanas antes de la Navidad, por lo que el primer domingo de Adviento suele ser el más próximo a San Andrés.

Pues sí,

Cada cosa a su tiempo, y los nabos en Adviento. 

Estamos en el tiempo propicio para la cosecha de este tubérculo, aunque por aquello de la atracción de la rima en los refranes, hay quien pega un salto en el calendario y recuerda aquello de 

... y las cerezas, en habiendo.

Probablemente la rima hizo su función para que alguien inventara el refrán: 

Adviento es tiempo de poco viento,

recogido en Fuentespina, pero que la realidad se encarga de desmentir a nada que encendamos la televisión, pues en pleno invierno ya, no faltan ni vientos en el interior ni huracanes y tempestades en nuestras costas. De hecho, el propio Fuentespina parece contradecirse cuando afirma:

De los Santos hasta Adviento, mucha lluvia y poco viento.

Santa Bibiana 

Santa Bibiana, cuya festividad se celebra el 2 de diciembre, fue una mártir romana, a la que flagelaron atada a una columna, por lo que se la representa junto a ella. Según la tradición, sobre su tumba crecía la menta que aprovechaban los devotos para dársela a los enfermos de epilepsia, con lo que mejoraban, de ahí que se haya tomado como patrona y protectora de estos enfermos.

Si llueve por Santa Bibiana, llueve cuarenta días y una semana,

refrán que en La Horra lo hacen más general y llevadero, pues dicen:

Lo que hace en Santa Bibiana, lo hace cuarenta días y una semana.

Aún más hemos encontrado una variante más en el refranero recogido por María Gil de Campillo de Aranda:

Si llueve el día de Santa Bibiana, lloverá siete días y una semana.

A este refrán muy extendido en España, y aun en todo el mundo románico (ParemioRom), se le ha considerado siempre como de carácter supersticioso y que contiene además una clara exageración, si se entiende al pie de la letra, por lo que es conveniente matizar algunos puntos.

El primero es respecto al número cuarenta, pues según algunos estudiosos significa 'mucho tiempo' o un 'tiempo indeterminado'. Nótese que el número cuarenta aparece en muchos otros refranes, especialmente meteorológicos. Recuérdese el cuarenta de mayo, que últimamente situamos en el 9 de junio, pero que siempre tuvo un carácter impreciso. Según esta interpretación, este refrán responde al tipo de si llueve en un determinado día, lloverá en los días venideros.

El equipo del tiempo de TVE (Barniol et al.) le parece una refrán exagerado pues implicaría que estaría lloviendo hasta finales de enero, y prefiere justificarlo con episodios aislados de precipitación, ya que estamos en época de borrascas. 

Castillo de Lucas (1942), por su parte, dice que el pronóstico no se refiere «exactamente a los días, sino al efecto, por lo calada que está la tierra en esa fecha». 

Santa Bárbara 

Y de Santa Bibiana a Santa Bárbara, el día 4, de la que solo nos acordamos cuando truena.
 
En este caso no estamos ante paremias que hagan una predicción, sino que se refieren a nuestro comportamiento, y muestra una cierta ingratitud y egoísmo, pues más allá de su sentido literal tiene claramente un valor idiomático: 
Siempre nos acordamos de santa Bárbara cuando truena; No nos acordamos de santa Bárbara hasta que no truena; Nadie se acuerda de santa Bárbara hasta que no truena; Acordarse de santa Bárbara cuando truena; Todo el mundo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena...

Cuenta la leyenda que Dióscoro, el padre de Bárbara, encerró a su hija en una torre, por eso se la representa a veces con este símbolo, a fin de que adjurara de su fe, pero Bárbara resistió el asedio. Más tarde se la llevó a su propia casa, de la que huyó Bárbara para esconderse milagrosamente tras una peña. Delatada por un pastor, volvió con su padre, que finalmente la entregó al prefecto Marciano que, tras someterla a distintas torturas, terminó por decapitarla. 

Si es abogada contra las tormentas es porque según la leyenda tanto su padre como el prefecto fueron fulminados por un rayo. Como se sabe, es también patrona de los mineros y del arma de artillería.

Imagen de santa Bárbara encima de un cancel. Lleva como símbolo una torre ll
Santa Bárbara. Iglesia de Sta. María (Gumiel de Izán)
 
Tiene numerosas variantes la oración, para algunos conjuro, con que se invoca a santa Bárbara ante una tormenta, sobre todo si trae piedra. Solía acompañarse con una serie de ritos, y con frecuencia con la dispersión de un poco de agua bendita que se traía a casa de las celebraciones de Semana Santa. También se traían para la ocasión, y para colocarlas en las ventanas, los cabos de vela que habían ardido ante el monumento.
De estos rezos, aportamos dos. El primero aportado por los alumnos del C. R. A. Valle del Riaza:
Santa Bárbara bendita,
que en el cielo estás escrita,
con papel y agua bendita:
Si es agua, cae abajo,
y si es piedra, que quede arriba.
En la hora de la muerte
paternoste amén Jesús.
(Se tiraban piedras hacia arriba),

y este otro recogido en La Sequera de Haza por Rubio et alii:

Santa Bárbara bendita,
que en el cielo está escrita,
con papel y agua bendita.
Si es agua, que caiga,
y, si es piedra, que se detenga.
En el ara de la Cruz,
santa muerte, amén, Jesús.

 ... y si no la Purísima Concepción

Si sale con barbas, san Antón...

Decimos sin confiar mucho en nosotros mismos, cuando no tenemos seguro cómo va a salir una labor empezada.

Atribuyen esta frase a un mal pintor, que en algunos casos se convierte en escultor, que intentaba representar al santo abad, pero, dadas sus pocas habilidades, contestaba con esta frase a los que le preguntaban. Otros aventuran, que una parroquia de pobres recursos tenía que honrar a ambos, pero no podían gastarse tanto dinero, así que encargaron la obra a un pintor modesto esperando a ver qué salía.

Como en otras ocasiones, independientemente de su origen desconocido, la frase se popularizó a lo largo del siglo XIX y Cejador la incluyó en su Refranero castellano, sin citar ninguna fuente y añadiendo la escueta explicación «del inhábil pintor u otro oficial».

En lo meteorológico, el refranero ribereño nos recuerda que es tiempo de meterse en casa y arrimarse a la lumbre, con estos dos refranes:

Por la Concepción, cada uno en su rincón,

recogido en Terradillos de Esgueva, y 

Para la Concepción, al tizón,

recogido en Pardilla.

La ciega santa Lucía 

Que santa Lucía te conserve la vista,

solemos desear.

Estamos ante una de las santas sicilianas. Lucía acompañó a su madre enferma a la tumba de santa Águeda, que ya había empezado a hacer sus milagros, para que la curara. De vuelta a Siracusa, de donde eran, decidieron entregar sus bienes a los pobres. Murió martirizada en medio de grandes prodigios.

Aunque en ningún sitio se dice que le sacaran los ojos, la tradición la representa con los ojos en una bandeja, por lo que se la considera abogada de la vista. 

Imagen de la santa con túnica roja, lleva los ojos en un plato que sostiene con la mano derechaplaE
Santa Lucía (ermita de San Roque, Gumiel de Izán)
 

No obstante, la importancia para el refranero le viene de su lugar en el calendario, pues en otro tiempo su festividad coincidía con el solsticio de invierno. 

Es sabido, pero conviene recordarlo, que en 1582 y como consecuencia de la recomendación del concilio de Trento, se suprimieron 10 días del calendario, a fin de compensar el desfase que se había producido entre el calendario litúrgico y el plenilunio de primavera, fecha que, tras el concilio de Nicea, marca las fiestas del año. 

El que el refranero considere el 13 de diciembre como fecha para el solsticio nos habla de la antigüedad de los propios refranes, pues sin duda todos ellos estaban ya en circulación antes de 1582, y la rutina apenas cambió el refranero, y hoy se sigue repitiendo que es ese punto a partir del cual empezamos a ver más luz.

Dentro de las distintas variantes que encontramos en la Ribera, pueden observarse distintos puntos de vista:

Empecemos por el recogido en Adrada, que pone énfasis en que estamos ante la noche más larga:

Santa Lucía, la más larga noche y el más corto día,

o este otro de Campillo: 

Hasta Santa Lucía, crecen las noches y menguan los días.

Estamos en los días del año con menos luz, algo que en la antigüedad debía marcar notablemente la vida de los pueblos; eso, por no hablar de los temores que esa falta de luz había provocado en los hombres primitivos. No debe extrañarnos que en torno a estas fechas, las muchas hogueras que se prendían sirvieran para alejar los malos espíritus que traía la oscuridad. 

El otro punto de vista es el de la esperanza, el de la constatación de que los días empiezan a crecer, que empieza a haber más luz, de lo que nos deja testimonio la variante de Peñalba de Castro y de Villalba de Duero, como probablemente de la mayoría de los pueblos: 

Por Santa Lucía, mengua la noche y crece el día,

o el recogido en Quintana del Pidio, en el que ni tan siquiera se hace preciso nombrar la luz:

Por Santa Lucía, crece un palmo cada día.

Santa Lucía nos trae también la alegría de las fiestas navideñas, ya estamos en época de hacer fiesta por todo, de juntarnos con la familia, con los amigos, aunque este año no se pueda, pero hay que mantener esa alegría nos dicen también desde Quintana del Pidio y desde Pardilla:

Desde Santa Lucía cuenta las fiestas cada día

Por Santa Lucía cuenta las fiestas por todos los días.

A los que pasáis por aquí, dejadme que os felicite con este eslogan:

 

SALVEMOS 

LA 

NA VIDA D



Bibliografía


  • Almanaque de tradición. Fundación Joaquín Díaz, [consulta: 05-12-2020].
  • Barniol, Albert et alii (2014): Los refranes de el tiempo. Madrid: Espasa Calpe.
  • Benítez Rodríguez, Enrique Manuel (2011): Refranes en el calendario. Propuesta de análisis y clasificación de paremias referentes al ciclo cronológico anual. Tesis doctoral. Ángel C. Urbán Fernández (dir.). Universidad de Córdoba.
  • BNE: Hemeroteca Digital, [consulta: 05-12-2020].
  • Cantera Ortiz de Urbina, Jesús y Sevilla Muñoz, Julia (2001): El calendario en el refranero español. Madrid: Guillermo Blázquez, Editor. 
  • Castillo de Lucas, Antonio (1942): Geografía médica de El Álamo (Madrid). Madrid: Imprenta de J. Cosano.
  • Cejador y Frauca, Julio (1928): Refranero castellano. Madrid: Librería y Casa Editorial Hernado. Reimpreso en facsímil por Analecta ediciones.
  • Díez Barrio, Germán (1996): Dichos didácticos. Refranes agrícolas de meses y santos. Vallladolid: Castilla Ediciones.
  • Hurtado González, Luisa (2018): La meteorología en los refranes. Madrid: Ministerio de Agricultura y Pasca, Alimentación y Medio Ambiente. AEMET.
  • Iribarren, José María (1994): El porqué de los dichos. Pamplona: Gobierno de Navarra. 6.ª ed. 
  • ParemioRom. Paremiología romance: refranes meteorológicos y territorio. Universidad de Barcelona (http://stel.ub.edu/paremio-rom/es).
  • Panizo Rodríguez, Juliana (1999): Dichos y otras expresiones coloquiales. Ed. de la autora.
  • Rubio Marcos, Elías, Pedrosa , José Manuel y Palacios, César Javier (2007): Creencias y supersticiones de la provincia de Burgos. Burgos: Ed. de Elías Rubio Marcos.
  • Ugarte García, María del Carmen (2007): El refranero del C. R. A. Valle del Riaza. [En línea]: http://cravalledelriaza.centros.educa.jcyl.es/sitio/index.cgi?wid_seccion=6&wid_item=87, [consulta: 3-5-2020].
  • «Refranes agrícolas de Quintana del Pidio», Cuadernos del Salegar, núm. 55-56. [En línea]: http://mimosa.pntic.mec.es/~jcalvo10/Textos-CdS/55-56-RefranestiempoQuintana.pdf, [consulta: 3-5-2020].
  •  — (2012): Paremias y otros materiales de tradición oral en la Ribera del Duero. Estudio etnolingüístico y literario. Tesis doctoral dirigida por
    María Josefa Postigo Aldeamil. [En línea]: https://infoling.org/elies/?t=ir&t=ir&info=Tesis&id=106&r=360Raquel, [consulta: 3-5-2020].

martes, 1 de diciembre de 2020

Número 237. Anónimas. La escritura silenciosa de las mujeres

El librito de Raquel Presumido, Anónimas. La escritura silenciosa de las mujeres, se lee con gusto y con regusto, de una sentada y vuelta a empezar, tratando de ver, de buscar más información sobre esas mujeres anónimas de las que hasta ahora nada sabíamos.

Bien es verdad que nos suenan algunos nombres, Zenobia Camprubí, María Lejárraga, Colette, pero ¿quién era Antonia Arrobas o Kaneko Misuzu? Todas ellas escribieron poco o mucho, aunque por sus escritos no hayan pasado a figurar entre las grandes de la literatura. ¿Cuántos folios se vio obligada a mecanografiar de nuevo, por tan un solo error, Bette Nesmith antes de inventar el típex?

Portada del libro en tonos grises donde se ve una señora vestida como en los años 50 con folios en la mano y un señor cabeza abajo.
Portada del libro

Una mañana de noviembre, la casualidad me llevó a un seminario sobre la escritura de las mujeres. Se trataba en este caso de la escritura en el sentido más material, de lo escrito por el puño y letra de ellas, aunque no siempre, pues en el curso del seminario se veía cómo en muchas ocasiones las mujeres se habían servido de mano interpuesta. Resultaba interesante bajar hasta esos niveles de detalle para saber más de cómo habían vivido nuestras antepasadas. 

No estábamos ante monumentos literarios, sino ante ejemplos prácticos para la vida, cartas suplicatorias, listas de la compra, inventarios de amas de casa, algún billete de amor..., pero a través de esa materialidad, de esos detalles mínimos, se asomaba todo un mundo. A pesar de lo abstracto, salí sabiendo un poco más de aquellas mujeres que me habían precedido.

De ahí a un curso sobre mujeres impresoras en la UBU, otras olvidadas, otras anónimas que firmaron normalmente sus trabajos como «viudas de», entre otras razones porque la legislación vigente no les permitía ser otra cosa, pero ¿cuántas anónimas en esos talleres de las que nada sabemos, a pesar de los esfuerzos de la BNE por darnos noticias de ellas?

Volvamos al librito. En distintos capítulos, en una prosa realmente amena, vamos sabiendo lo imprescindible de algunas de ellas, de lo que escribieron y de lo que no llegaron a escribir, en algunos casos porque el hombre que tenían detrás se lo impidió; en otros porque pusieron todo su esfuerzo y su empeñó en sacar adelante el trabajo de esos hombres. ¿Qué hubiera sido de Nabokov y su Lolita de no haber tenido al lado a Vera Yevséievna Slónim?  

Sabemos también de Sofía Behrs, la mujer de Tolstoi, que volcó en sus diarios la frustración y las vejaciones de su matrimonio. Convertida en secretaria del escritor, tuvo que pasar a limpio frases como «el amor no existe, solo la necesidad física del coito y la necesidad práctica de una compañera de vida». En uno de sus diarios ella contesta: «ojalá hubiera leído esto hace veintinueve años, entonces no me habría casado jamás con él». Tolstoi seguirá siendo un gran escritor, pero si ahora releyera Guerra y paz, lo haría sin duda con otros ojos, aunque solo fuera por saber que detrás de aquella pluma masculina había otra femenina empeñada en pasar a limpio lo que escribía el genio. 

Me viene a la mente ahora una de las imágenes de una de las exposiciones dedicadas a Delibes, un manuscrito pasado a limpio por su secretaria, su nuera Pepi Caballero, en el que el escritor volvía a hacer sus correcciones a pluma.

La secretaria, la primera depositaria de los secretos, y la primera lectora real de esos manuscritos de muchos escritores que luego serían alabados, semanas, meses, años después por los críticos.

A ellas, a las secretarias, dedica Presumido un capítulo, un capítulo muy merecido en el que no se obvia el hecho de concebir a la secretaria, no como la ayudante imprescindible, sino como ese primer objeto de deseo. Todavía al día de hoy, la autora aporta algunos ejemplos reales, a las secretarias se les exigen características que nunca se atreverían a pedir a los hombres: «Secretarias 19 a 23 años, sin hijos, ni problemas de horario».

Libro necesario, y sin duda el primero de otros muchos, porque es preciso visibilizar a las mujeres que escriben, aunque sea modestos diarios, o poemas liberadores que nunca llegaremos a ver en letras de molde.

«Las grandes editoriales por cada libro de mujeres que publican, publican diez de hombres», dice Nieves Álvarez, desde la asociación Genialogías

Una última nota a favor del librito, y es en lo referente a los derechos de autor. En la página de créditos leemos:

El contenido de esta obra puede ser distribuido, comunicado y copiado libremente, siempre que su uso sea no comercial. Para cualquier otro uso o finalidad, se ruega contactar con la editorial.

Sin duda un ejemplo de buen hacer en favor de la mayor visibilidad. 

 

Título: Anónimas. La escritura silenciosa de las mujeres. 

Autor: Raquel Presumido.

Editorial: Antipersona

Año 2020.

ISBN: 978-84-09--17990-9

 


viernes, 27 de noviembre de 2020

Número 236 Bendito mes, que media con San Eugenio y termina con San Andrés (II)

La versión más extendida del refrán con el que abríamos la anterior entrega dedicada a noviembre se enuncia como:

Bendito mes, que entra con los Santos, media con San Eugenio y termina con San Andrés.

Así que empezaremos mediando con San Eugenio, para seguir con otros santos de la segunda mitad de noviembre, para terminar en San Andrés.

San Eugenio, tiempo de castañas

Sobre la personalidad histórica de este santo, considerado primer obispo de Toledo, hay cierta confusión, pues se han llegado a nombrar hasta tres personalidades distintas. Hay constancia histórica de dos obispos de Toledo en la época visigoda con ese nombre, Eugenio I (636-646) y san Eugenio II (546-657), importante figura no solo de la Iglesia, sino también de las letras.

Sobre ellos, y según una versión interesada compuesta en el siglo IX, planea la figura de un san Eugenio, que habría vuelto a su ciudad natal, Toledo, para ser obispo, después de haber sido discípulo de Dionisio Areopagita y haber vivido en Roma. Siguiendo con la leyenda, tras su estancia en Toledo, habría ido a París a reunirse con san Dionisio, donde fue martirizado, siendo su cuerpo arrojado a un lago. Tras diversas vicisitudes el cuerpo de san Eugenio habría viajado finalmente a Toledo bajo el reinado de Felipe II.

Como si no fuera suficiente el ruido, hasta bien entrado el siglo XX, se consideró que un cuadro de El Greco, conservado en el Monasterio de El Escorial, representaba a san Eugenio cuando todo parece indicar que se trata de san Ildefonso.

Aunque se celebran otros San Eugenio a lo largo del año, el refranero no presenta dudas en fijar esta fecha, no solo por el refrán de cabecera de este artículo, sino porque también estamos en el tiempo de que los castaños den sus frutos, y empiecen a asarse sobre las brasas del hogar para completar, sobre todo en otro tiempo, la cena familiar. Por ello se dice:

San Eugenio, las castañas al fuego, 

 y su versión más extendida,

San Eugenio, las castañas al fuego, la leña en el hogar y las ovejas a guardar,

ambos recogidos en Quintana del Pidio nos llevan directamente al invierno con sus fríos, los rebaños recogidos, y las largas veladas, tan propicias para compartir historias, al amor de esa lumbre y esas castañas que calientan las manos. 

San Clemente y el laboreo

De San Clemente sabemos que fue uno de los primeros papas, siendo obispo de Roma. Su muerte está igualmente rodeada de leyenda, pues según la más conocida fue arrojado al mar con un ancla al cuello por orden del emperador Trajano. Su fiesta es el 23 de noviembre.

Por San Clemente, abre/alza la tierra y tapa la simiente.

refrán que recogimos en Quintana  del Pidio.

Este refrán es para algunos (Barniol et alii) el refrán de las segundas oportunidades, pues son más numerosos aquellos refranes que aconsejan sembrar como mucho a principios de mes. Recuérdese, Por los Santos, los trigos sembrados.

Por otro lado, recordemos que alzar es 'arar el terreno por primera vez , después de estar perdido o en rastrojo' (Martín Criado), por lo tanto este refrán aconseja también, para aquel que no lo haya hecho, labrar la tierra para dejarla reposar durante el invierno.

Santa Catalina trae la nieve

Otra santa, santa Catalina de Alejandría, cuya existencia se ha puesto en entredicho, en parte porque según algunos estudiosos habría sido un constructo cristiano para contrarrestar la figura de Hipatia de Alejandría. En un determinado momento, estuvo a punto de ser retirada de la liturgia de la Iglesia católica, pero hoy podemos seguir celebrando su fiesta el 25 de noviembre: De Santa Catalina a Navidad, un mes cabal.

Si hay un elemento que siempre aparece en la iconografía de la santa es la rueda dentada, con la que según la tradición fue martirizada, aunque no muerta, pues se produjo el milagro de que la santa no sufriera ningún daño. Según algunas leyendas más recientes, en muchas imágenes la rueda de santa Catalina solía ser de oro, pero la codicia o la necesidad de generaciones de párrocos terminaron vendiéndolas a museos en el mejor de los casos, o a desaprensivos que las fundieron para hacer joyas. Santa Catalina murió decapitada, y según la tradición sus restos fueron sepultados en el monte Sinaí.

mural sobre Santa Catalina en el barrio de Santa Catalina de Aranda con distintas alegorías a la santa y al barrio
Mural de Santa Catalina, de Nano Lázaro en el barrio de Santa Catalina (Aranda de Duero)

El folklore y en general el refranero son muy generosos con esta santa, quizás propiciado por las fechas del año en que nos movemos. En la Ribera hemos documentado algunos refranes aparte del mencionado arriba.

Si a primeros de mes, podíamos ver la nieve en los altos, a estas alturas del mes es probable que la tengamos ya a la puerta de casa:

Por Santa Catalina, la nieve en la cocina,

refrán que puede oírse en distintos pueblos de la comarca, y también en su versión más completa, recogida en los pueblos del Valle del Riaza:

Para los Santos, la nieve en los altos, y para santa Catalina, la nieve por la cocina

Presentan un interés distinto los refranes que relacionan a esta santa, o mejor su fecha, con las costumbres gastronómicas de nuestros pueblos:

Por Santa Catalina, la berza es gallina,

refrán recogido en distintos pueblos de la Ribera. 

La berza, abundante en este mes, era alimento obligado, todo un manjar en la mesa navideña, tal como nos lo relatan los hermanos Calvo Pérez  (:

Por la noche, reunida toda la familia, se concluía ante el Nacimiento si lo había en casa, el rezo de las cuarenta avemarías (que se venía haciendo desde el uno de noviembre). La cocinera había preparado con deleite: esa misma tarde había bajado al huerto a coger la berza (ya decían que para Santa Catalina la besuguera —25 de noviembre— «la berza es gallina»). El padre había subido a la covancha para bajar el vino de la cuba; era un día muy especial y convenía beber de lo mejor, «de eso que metía agujas». El gallo, alimentado con cebada durante largos meses y curado al frío denlos hielos invernales, sería el manjar del segundo plato; a veces, se sustituía o acompañaba del besugo o del bacalao con tomate o rebozado. Mientras se preparaba el condumio, se asaban en rosario (unidas con hilo de bramante) las castañas en el brasero. Los postres, lógicamente, turrones: blando y duro, procedentes del intercambio con los familiares de la ciudad (a ellos se les envió el pollo y mandaron a vuelta de autobús los dulces). Y sobremesa casera: partidas a la brisca saboreando alguna copilla de ron, coñac, aguardiente o anís de la Asturiana.

Nótese también que la santa anuncia la temporada del besugo, Por Santa Catalina el besugo en la cocina, que alcanzará su auge y su precio alrededor de Navidad, y llegará hasta San Blas, el 3 de febrero.

San Andrés, una, dos y tres 

He querido coger como subtítulo de esta sección esa frase de un juego infantil que me dieron como «refrán» los alumnos del C. R. A. Valle del Riaza,

Una, dos y tres, los tres pasitos de san Andrés,

para finalizar con este santo, también muy refranero, con el que terminamos el mes, sin lugar a dudas uno de las más refraneros también del año, al menos en la Ribera.

Terradillos de Esgueva, San Andrés (J. M. Cabañes)

Comencemos por la nieve, que es ya segura, y aquí no cabe duda de si es en los altos o en los bajos, pues, como hemos visto por Santa Catalina, llega ya hasta la cocina. Versiones largas y cortas se suceden, recogidas en prácticamente todos los pueblos de la Ribera:

  • Por San Andrés, la nieve en los pies;
  • Por los Santos la nieve en los cantos; y por San Andrés, en los pies;
  • Por los Santos, la nieve en los cantos; por San Andrés, cierto es;
  • San Andrés, cierta/segura es.

También el refranero se hace eco de esa sensación de estar en los días más oscuros y cortos del año. 

  • Para San Andrés, el día noche es;
  • Por San Andrés, todo el tiempo noche es;
  • Llegando San Andrés, todo el día noche es.

Porque como me comentaron en cierta ocasión en Terradillos de Esgueva, cuyo imagen de san Andrés ilustra esta sección, y donde tratan de conjurar la falta de luz con una iluminaria: «desde que comienza enero, los días tienen otra alegría, sobre todo por las tardes».

En definitiva,

Por San Andrés, el invierno cierto es,

resumen en Castrillo de la Vega. 

Aunque estemos en invierno, todavía quedan algunas cosechas que recoger, como la de la miel, por ejemplo:

Si quieres miel, cata por San Miguel, y si quieres cera por las Candelas,

refrán recogido en Sotillo de la Ribera y Quintana del Pidio, donde aseguran que la mejor época para catar las colmenas es entre San Andrés y la Inmaculada, porque si se espera a las Candelas, lo más probable es que la miel se haya acabado, aunque siempre hay que dejar algo para alimento de las abejas.

En Campillo confían más en la cata tardía, y dicen:

Si quieres miel, por San Andrés, y si quieres miel y cera por las Candelas.

En otros lugares de la Ribera, principalmente por ser versos incluidos en las marzas, adelantan la cata, al menos nominal, a septiembre: Si quieres coger miel, cata por San Miguel. 

Es también el tiempo, por los fríos, de ir matando los animales de engorde para ir preparando la despensa de todo el año:

Por San Andrés, mata tu res, chica, grande o como es,

aconsejan en Tubilla del Lago, y en el mismo pueblo recuerdan que

Por San Andrés, mata el pobre su cochino y el rico mata tres.

La oveja machorra, aquella que ya no pare, ha sido sacrificada a finales de octubre o primeros de noviembre, para celebrar el final de las vendimias. 

Hablando de vendimias, ya ha pasado un tiempo de ellas, ya se puede beber el primer vino,

  • Por San Andrés, el vino ya se puede beber; y
  • Por San Andrés el mosto vino es.

dicen en Pardilla y Tubilla respectivamente, pero sobre todo se sabe que el que está en su mejor punto es el vino del año anterior, atestiguada por una serie de refranes que casi todos los ribereños saben y recuerdan en llegando estas fechas:

  • El vino para San Andrés, añejo es;
  • Por San Andrés el vino nuevo viejo es;
  • Para San Andrés el vino joven añejo es. 

Tiempo de regocijo sin duda, tiempo de abundancia invernal, de entrar en periodo festivo, porque como nos recuerdan desde Gumiel de Izán:

  • De San Andrés a Navidad, veinticuatro días van;
  • Desde San Andrés, las fiestas de tres en tres.

Bibliografía

  • Barniol, Albert et alii (2014): Los refranes de el tiempo. Madrid: Espasa Calpe.
  • Calvo Pérez, Juan José y Calvo Pérez, Roberto (1996): «La Navidad: memoria y relato», Cuadernos del Salegar, Año II, número 8, http://mimosa.pntic.mec.es/~jcalvo10/Textos-CdS/08-La%20Navidad.pdf, [consultada 25-11-2020]. 
  • Cantera Ortiz de Urbina, Jesús y Sevilla Muñoz, Julia (2001): El calendario en el refranero español. Madrid: Guillermo Blázquez, Editor.
  • Correas MartínezMiguel y Gargallo GilJosé Enrique (2003): Calendario romance de refranesBarcelona: Edicions de la Universitat de Barcelona.
  • Díez Barrio, Germán (1996): Dichos didácticos. Refranes agrícolas de meses y santos. Vallladolid: Castilla Ediciones.
  • Hurtado González, Luisa (2018): La meteorología en los refranes. Madrid: Ministerio de Agricultura y Pasca, Alimentación y Medio Ambiente. AEMET.
  • Martínez Kleiser, Luis (1945): El tiempo y los espacios de tiempo y los refranes. Madrid: Librería General de Victoriano Suarez..
  • ParemioRom. Paremiología romance: refranes meteorológicos y territorio. Universidad de Barcelona (http://stel.ub.edu/paremio-rom/es). 
  • Rubio Marcos, Elías, Pedrosa , José Manuel y Palacios, César Javier (2007): Creencias y supersticiones de la provincia de Burgos. Burgos: Ed. de Elías Rubio Marcos.
  • Tubilla del Lago: Refranero, http://www.tubilladellago.com/refranero.html, [consulta: 13-11-2020]
  • Ugarte García, María del Carmen (2007): El refranero del C. R. A. Valle del Riaza. http://cravalledelriaza.centros.educa.jcyl.es/sitio/index.cgi?wid_seccion=6&wid_item=87, [consulta: 3-5-2020].
  • — (2008): «Refranes agrícolas de Quintana del Pidio», Cuadernos del Salegar, núm. 55-56. http://mimosa.pntic.mec.es/~jcalvo10/Textos-CdS/55-56-RefranestiempoQuintana.pdf, [consulta: 3-11-2020].
  •  — (2012): Paremias y otros materiales de tradición oral en la Ribera del Duero. Estudio etnolingüístico y literario. Tesis doctoral dirigida por
    María Josefa Postigo Aldeamil. https://infoling.org/elies/?t=ir&t=ir&info=Tesis&id=106&r=360Raquel, [consulta: 3-11-2020].
      

 


sábado, 14 de noviembre de 2020

Número 235. Ni más ni menos: diferente

Hoy le cedo el espacio a mi amiga Carmen Bonet Borrás, porque siempre es bueno conocer otras circunstancias, y además sabe contarlas. Publicado originalmente en la revista del Centro Asturiano

domingo, 8 de noviembre de 2020

Número 234. Noviembre, bendito mes... (I)

Noviembre es sin duda un mes refranero. Mes no solo de Todos los Santos, esos santos anónimos, sino también de otros cuantos bien nombrados, que van marcando el ritmo de nuestras vidas, y especialmente de aquellos labradores que no paraban de mirar al cielo. 

Todos los Santos

Noviembre, bendito mes, que entra por los Santos y termina por San Andrés

Con ligeras variantes este refrán es muy popular en toda la Ribera, al igual que en el resto de España, y hemos recogido testimonios de él en prácticamente todos los pueblos, tanto directamente como a través de los alumnos de los diferentes colegios.

Panorámica de cementerio con flores
 

Estaríamos ante un refrán típico de calendario, realmente no predice nada, solo marca las fechas, por lo que es habitual presentarlo como una adivinanza, suprimiendo ese noviembre que lo encabeza, para luego añadir, sin esperar realmente una respuesta a la supuesta adivinanza, que estamos en noviembre.

Frente a otras realizaciones más comunes en el resto de la península, Todos los Santos en la Ribera se abrevia en los Santos, en este y en otros casos, como veremos a continuación.

También preferimos calificarlo de bendito frente a dichoso, como hacen en otros lugares. Si de santos hablamos, quizá lo consideremos más respetuoso tratarlo de bendito.

Ya entrados en la climatología, la festividad nos anuncia, y más por estas tierras, la llegada del invierno, aunque todavía la estación sea el otoño:

De Todos los Santos a Navidad es invierno de verdad,

aportado por los alumnos del C. R. A. Valle del Riaza.

La festividad de Todos los Santos marca también la llegada de las primeras nieves, con igualmente un refrán muy popular, al que se le añade en muchos casos una segunda parte que nos lleva a finales de mes.

Por los Santos, la nieve en los cantos; y por San Andrés, la nieve en los pies.

Dejemos las variantes de San Andrés para su fecha, y quedémonos con la primera parte del refrán. La variante predominante en la mayoría de los pueblos de la Ribera es esta:

Por los Santos, la nieve en los cantos,

aunque también hemos podido atestiguar, Por los Santos, la nieve en los altos, mayoritaria en los refraneros nacionales, y Por los Santos, la nieve en los campos, recogida en Coruña del Conde.

Según ParemioRom, la variante que nos ocupa es propia de Burgos, lo cual coincide con lo que hemos recogido, pero ¿qué significado tiene aquí este cantos?

Si nos atenemos al DLE y al Moliner estamos ante una 'piedra, especialmente las de borde redondeado'. Sabemos que en la Ribera, aunque no lo recojan como tal los vocabularios específicos, prácticamente todas las piedras se convierten en cantos, por lo que el refrán nos estaría diciendo que tenemos la nieve ya en el suelo; pero la intuición de algunos de nuestros informantes los inclina a mirar hacia el cielo, quizás influidos por esa otra variante subyacente, la nieve en los altos, sobre la que los meteorólogos (Barniol et alii, 2014) aseguran que las nieves aparecen en las cumbres.

No obstante, no podemos obviar en este caso el otro significado de canto, como 'extremo o lado de algo'. Recordemos Casa en canto y viña en pago, donde ya Correas aclaraba que las casas en esquina tienen sus ventajas. ¿Serán, entonces, estos cantos de nuestro refrán burgalés los extremos de tesos, oteros, cuestas y cotarros? La versión extendida del refrán, la de San Andrés, apoya también, al contraponer cantos a pies, la idea de que con cantos nos estamos refiriendo a los altos. Por otro lado, la rima perfecta entre santos y cantos, que difieren solo en un sonido, contribuyó al asentamiento en nuestras tierras de esta variante del refrán. 

Sin descender a estos detalles, en lo que coinciden los informantes es que por los Santos los fríos llegan, y empiezan a verse las primeras nevadas, y que la sensación de estar en invierno es completa.

Que estamos en invierno se confirma además con estos dos refranes: Desde los Santos hasta Adviento hay mucha lluvia y poco viento, recogido en Fuentespina y De los Santos a Navidad, o bien llover o bien nevar.

La disminución de la luz solar se hace palpable sobre todo por las tardes, y así tenemos este refrán que nos dejó Calvo Madrid (1999) en Baños de Valderados:

El entrenochar de veras, de los Santos a las Candelas.

El propio autor nos aclara que este entrenochar es 'velar' y que en esta época, como no eran muchos los trabajos que había que hacer en el campo, la gente aprovechaba para prolongar las veladas al amor de la lumbre, sin prisa para madrugar al día siguiente. En otros lugares de la comarca encontramos la versión más estándar:

Trasnochar de veras, de los Santos a las Candelas.

Finalmente, no podrían faltar los consejos para los labradores, pues en esta época ya deben estar sembrados los trigos, así que si se ha llegado a este punto sembrando, debe alzarse la mano inmediatamente de la sementera. 

Por Todos los Santos, los trigos sembrados, y los frutos en casa entregados, 

porque ya se sabe que,

Trigo santero, no llega al granero,

ambos refranes recogidos en Quintana del Pidio.

También aconsejan algunos podar las viñas, siguiendo ese consejo de que si quieres ver tu viña moza, pódala con hoja, por lo que 

Poda por los Santos, aunque sea con un canto,

recogido en Villalba de Duero, y donde vemos aparecer otra vez la rima Santos, canto.

San Martín 

A medida que avanza el mes encontramos un alivio a los fríos anunciados a primeros de mes, se trata del veranillo de San Martín, que según dice el refranero, dura poco, pero se ve con una cierta esperanza:

El veranillo de San Martín, dura tres días y fin.

El Greco - San Martín y el mendigo San Martín fue obispo de Tours, pero antes fue soldado romano, y el episodio legendario de haber partido su capa con un pobre es el que le ha dado popularidad y le ha hecho patrono de los capistas.

A pesar de que san Martín nació en el siglo IV, el Greco lo pintó como un bello joven, montando un elegante caballo blanco y ataviado con lujosa armadura del siglo XVI. El mendigo, de pie a su lado, se nos muestra desnudo, recibiendo el regalo de la capa con la que va a aliviar no sabemos si el frío o la desnudez.

Algunas lenguas dicen que si san Martín hubiera sido español —había nacido en Hungría—, le habría dado al pobre la capa entera; pero la propia leyenda aclara que si le dio la mitad, fue porque no era suya, sino del Ejército romano en el que servía. Por tanto, no fue cicatería por parte del santo, sino honradez. Una vez abandonada la vida militar, inició el camino de la religión que concluiría en la silla episcopal de Tours en Francia. 

Su festividad se celebra el 11 de noviembre, y como por estas fechas, ya con los primeros fríos, comenzaba en muchos lugares la matanza del cerdo, es por lo que con frecuencia se dice, aunque su sentido hoy sea metafórico, lo de 

A cada/todo cerdo le llega su San Martín, 

presente en prácticamente todas las encuestas en los pueblos de la Ribera. O lo que es lo mismo,

Por San Martín deja el cerdo de gruñir,

recogido en Villalba de Duero. Tampoco nos podía faltar, la variante con rima recogida por María Gil(*):

A cada cochino le llega su San Martino.

Anotado también por María Gil, nos encontramos 

San Martino, el mosto ya es vino,

aunque en este caso creo que este refrán no pertenece a la Ribera, pues para tener vino, habrá que esperar a San Andrés, como veremos el próximo día.

Imagen de San Martín de Tours
San Martín de Tours. Museo Gomellano 

Dejamos los cerdos y el vino, y finalizamos con otro producto imprescindible en nuestra cocina, porque san Martín tiene también su mote,

San Martín, el ajero, sembraba ajos con el dedo, 

refrán recogido en Gumiel de Izán entre otras localidades, porque a mediados de noviembre es la época ideal para plantar los ajos, siempre que, según la sabiduría popular, no se planten con viento solano, porque se saldrán de la tierra.

El propio ajo lo tiene muy claro cuando se enfrenta con el hortelano en estos refranes:

—Ajo, ¿por qué fuiste ruin? —Porque no me sembraste por San Martín.

—¿Por qué no has engordado, ajo ruin? —Porque no me sembraste por San Martín.

La segunda variante se la debemos también a María Gil.

Notas 

(*) María Gil, natural de Campillo de Aranda y residente en Aranda de Duero. En el 2006 me facilitaron copia del manuscrito en el que iba recogiendo refranes, entonces unos tres mil, que oía por la calle, aunque también anotaba los de la televisión. Tuve ocasión de entrevistarla en el verano del 2010, entonces su colección era ya de unos nueve mil. Al corpus total no llegué a tener acceso.

El autor de la foto del Museo Gomellano es Pablo Las Hayas. 

Bibliografía

  • Barniol, Albert et alii (2014): Los refranes de el tiempo. Madrid: Espasa Calpe.
  • Calvo Madrid, Teodoro (1999): La comarca Aratzea: raíces históricas de la etopeya o costumbres viva de sus gentes. Granada: [s.n.].
  • Cantera Ortiz de Urbina, Jesús y Sevilla Muñoz, Julia (2001): El calendario en el refranero español. Madrid: Guillermo Blázquez, Editor.
  • Correas MartínezMiguel y Gargallo GilJosé Enrique (2003): Calendario romance de refranesBarcelona: Edicions de la Universitat de Barcelona.
  • Correas, Gonzalo (1627 = 2001): Vocabulario de refranes y frases proverbiales, ed. Louis Combet, revisada por R. Jammes y M. Mir, Madrid: Castalia. Nueva Biblioteca de Erudición y Crítica, 19.
  • Díez Barrio, Germán (1996): Dichos didácticos. Refranes agrícolas de meses y santos. Vallladolid: Castilla Ediciones.
  • Hurtado González, Luisa (2018): La meteorología en los refranes. Madrid: Ministerio de Agricultura y Pasca, Alimentación y Medio Ambiente. AEMET.
  • Martínez Kleiser, Luis (1945): El tiempo y los espacios de tiempo y los refranes. Madrid: Librería General de Victoriano Suarez..
  • ParemioRom. Paremiología romance: refranes meteorológicos y territorio. Universidad de Barcelona (http://stel.ub.edu/paremio-rom/es).
  • Refranero multilingüe (2017). Centro Virtual Cervantes. 
  • Sánchez Egea, José (1986): El libro de los refranes de la temperie. Madrid: Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones. Instituto Nacional de Meteorología.
  • Ugarte García, María del Carmen (2007): El refranero del C. R. A. Valle del Riaza. [En línea]: http://cravalledelriaza.centros.educa.jcyl.es/sitio/index.cgi?wid_seccion=6&wid_item=87, [consulta: 3-5-2020].
  • — (2008): «Refranes agrícolas de Quintana del Pidio», Cuadernos del Salegar, núm. 55-56. [En línea]: http://mimosa.pntic.mec.es/~jcalvo10/Textos-CdS/55-56-RefranestiempoQuintana.pdf, [consulta: 3-5-2020].