jueves, 8 de noviembre de 2018

Número 197. Un poema de Gerardo Diego


Toca hacer limpieza en el cuarto del fondo, ese cuarto donde has ido acumulando capas y capas de apuntes, revistas, libros... y ponerse a hojear algunos ejemplares que no te acordabas haberlos guardado, ¡por algo sería!, un poema que habla de la primavera, y que sin embargo, a mí se me antoja tremendamente otoñal:


Marzo marcea, Abril se abre.
Mayo delira, El Corpus sangra.
Árboles de primavera.
Árboles del soto.
Árboles del bosque.
Árboles de la vida.
Árboles, árboles, árboles.
Daos prisa, yemas, hojas,
savias, resinas, impaciencias,
capullos mínimos, flores, fragancias,
sombra movibles, toldos indecisos,
nubes errantes, lluvias de la sierra,
aguas felices, arroyos, albercas rizadas,
cotas de malla, agujas,
acequias y barandas y deslices y escuchos.
¿Cómo fue el milagro, muñones, codos, varas quebradizas?

1 comentario:

Abejita de la Vega dijo...

Canta el agua tronco arriba.

Alcanzará los muñones.

Un poema para cualquier estación.

Un botánico sonreiría.

El que guarda, halla.

Buen hallazgo.

Besos, Carmen.