domingo, 6 de diciembre de 2015

Número 98. Emmanuelle

Para los que a lo largo de nuestra vida profesional hemos tenido algo que ver con la accesibilidad en la web, la figura de Emmanuelle Gutiérrez y Restrepo se nos hace imprescindible. Es más, sin ella como que la accesibilidad no hubiera llegado nunca a nuestras vidas. Por ello, acompañarla en ese momento importante, que no es un final sino un principio un «seguir insistiendo hasta que me muera», según sus palabras textuales  fue todo un gozo, «una fiesta», ateniéndonos a lo oído también en la sesión.

Defendió Emmanuelle su trabajo de investigación con aplomo, como ella suele hacerlo:
La accesibilidad nos toca a todos, porque todos estamos en algún momento en situación de discapacidad.
Su tesis no ha sido un mero trámite, un mero hurgar aquí y allí para cubrir un expediente académico y rellenar unas cuantas páginas. Su tesis, Accesibilidad no intrusiva, pretende cambiar el mundo e influir positivamente en la sociedad, ¡ahí es nada! No son palabras mías, son palabras que se pronunciaron en un momento u otro por parte de los miembros del tribunal que la evaluaba. Su tesis es revolucionaria, es, como si de pronto, se «descubriera un motor diésel que no contaminara». 

Miembros del tribunal posando con la ya doctora


La accesibilidad nos toca a todos y 
... atendiendo las necesidades de una pequeña parte de la sociedad beneficiamos al conjunto. 
Rodeada de sus amigos, la doctora Emmanuelle Gutiérrez y Restrepo recibió su calificación sobresaliente cum laude, y todos nosotros nos congratulamos por tenerla entre nosotros y haber tenido la suerte de conocerla. Con nuestra firma en su tesis dejamos constancia de ello.
Posado con los asistentes al acto


Y colorín colorado, como este blog está dedicado a los refranes no puedo dejar de recomendar mi refrán favorito para estos temas, Por demás es la cítola cuando el molinero sordo, y dejar anotadas, por aquello de que nunca se sabe lo que se puede necesitar, dos desautomatizaciones sobre un refrán muy popular que se deslizó en los prolegómenos del acto, cuando no funcionaban los micrófonos:
—En casa del herrero... cuchillo de hierro —dijo uno de los presentes.
—En casa del herrero, cuchillo de informático —añadió otro cuando el informático, tocando cables de allí y allá, arregló no sabemos cómo el entuerto.


2 comentarios:

Emmanuelle Gutiérrez y Restrepo dijo...

Para mí fue una gran suerte y un gran honor contar con la ayuda de la autora de esta entrada como revisora de estilo de mi tesis doctoral. Su trabajo fue exhaustivo y riguroso, tal como esperaba pues la conozco ya desde hace muchos años y sus intervenciones en la lista de distribución sobre accesibilidad web (ACCESOWEB) habían demostrado un profundo conocimiento de nuestra lengua, sus reglas y sus usos.
Naturalmente los "duendes de la imprenta" se encargaron de que la versión final impresa contuviese algún que otro gazapo. Pero es culpa de ellos que la versión final perfecta no fuera la distribuida digitalmente y enviada a imprenta.
Tuve también la suerte y el honor de contar con su apoyo durante el acto de defensa de la tesis y ahora me regala con esta glosa que me hace ruborizar y me recuerda lo bonito y emotiva que fue la sesión.
¡Gracias!

La seña Carmen dijo...

¡Y lo que he aprendido yo buscando esas cosillas!

No hablemos de los duendes de la imprenta, que mi tesis la tengo guardada en un arca por temor a que vea la luz.