lunes, 19 de abril de 2010

Número 9. A la larga, el galgo a la liebre alcanza

Mi amigo Delfín,  al que le gusta como a mí observar la forma de hablar y tantos y tantos refranes me ha enseñado, me dice que estando en un bar de Barcelona oyó el siguiente diálogo entre un señor que jugaba a la máquina tragaperras y otro que observaba:
—La máquina está buena, pronto dará el premio gordo —dijo el segundo cuando el primero sacó un premio pequeño.
A la larga la liebre siempre es del galgo —sentenció el primero, que sin duda jugaba con la esperanza de ganar un gran premio. 
Varias son las formas de este refrán que se han venido recogiendo en los refraneros desde antiguo:
A la luenga toma el galgo a la liebre (Santillana, 1454)
Mucho corre la liebre, y más el galgo pues la prende por el rabo (Pedro Vallés, 1549)
A la larga, el galgo a la liebre mata (Hernán Núñez, 1549)
Por mucho que corra la liebre, más corre el galgo pues la prende (Fernán Caballero, 1912)
A la larga, el galgo a la liebre alcanza (Bergua, 1998)
La mayoría de los estudiosos coinciden en que este refrán constata el natural devenir de las cosas, aunque por momentos pueda parecer todo lo contrario, así que hay que ser constantes y perseverar en el empeño: Poco a poco, y siempre en ello. Para Campos y Barella también puede significar que el más fuerte siempre saldrá vencedor.

Bibliografía
Bergua, J. B. (1998): Refranero español. Madrid: Ediciones Ibéricas.
Campos, Juana G. y Ana Barella (2007 [1996]): Diccionario de refranes. Madrid: Espasa Calpe, 3.ª ed., 7.ª reimp.

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