martes, 26 de mayo de 2020

Núm. 227. Los santos de junio

Al llegar junio deberíamos hablar del Corpus Christi o Día del Señor, que suele caer en este mes, pero como sus refranes suelen venir ligados a los de la Ascensión, que ya se han tratado en mayo, no insistiré sobre este aspecto. Recordaré no obstante, la expresión Más largo que el Día del Señor, con el que se suele calificar a los chicos muy altos.

Me centraré en dos festividades, una a primeros de mes, San Marcelino y otra a últimos, San Pedro y San Pablo, dejando para un post posterior a San Juan, dada su importancia paremiológica.
 

Haga frío o calor, San Marcelino el día dos


Espeja de San Marcelino, Soria, España, 2017-05-26, DD 62
Espeja de San Marclino (Diego Delso, delso.photo, License CC-BY-SA)
Aportado por los alumnos del C. R. A. Valle del Riaza, este refrán, típico de calendario, es propio de la vecina localidad soriana de Espeja. Allí celebran sus fiestas patronales el día 2 y 3 de junio. Su valor paremiológico es de mero recordatorio, pero ¿quién era este san Marcelino y por qué se celebra Espaja su fiesta?

San Marcelino fue un sacerdote romano de gran prestigio, al que le cortaron la cabeza en tiempos de Diocleciano. Martirizaron junto a él a un tal Pedro, hombre piadoso que tenía el poder de exorcizar a los demonios. Sus cuerpos fueron enterrados en un bosque, pero el verdugo se arrepintió y reveló el lugar a una piadosa mujer, Lucila, que llevó sus cuerpos en las catacumbas de San Tiburcio, en la Vía Labicana. En algunas narraciones, a Lucila la acompañaba una tal Firmina. Sobre estas catacumbas mandó el emperador Constantino elevar un gran mausoleo para su madre, la emperatriz santa Elena, descubridora de la Vera Cruz y otras reliquias de la Pasión.
 
Los huesos de san Marcelino, conservados en una urna en la actual parroquia de Espeja, fueron trasladados a ella desde el antiguo monasterio de los Jerónimos, situado en las proximidades del pueblo, y que desapareció con la desamortización de Mendizábal. No sabemos cómo llegaron las reliquias a ese monasterio, aunque lo más probable es que fuera durante la Baja Edad Media, época en la que muchas parroquias y monasterios trataron de hacerse con el mayor número de reliquias. La razón no era otra que atraer a los fieles, que solían dejar buenas limosnas, esperando obtener algún bien de dichas reliquias. En cualquier caso, san Marcelino pasó a estar ligado al pueblo que pasó a denominarse oficialmente Espeja de San Marcelino.

El agua por San Marcelino, buena para el pan, mejor para el vino 

Del límite con Soria, de Brazacorta, me llegó este refrán por la mano de los alumnos del I. E. S. Juan Martín El Empecinado». La explicación es sencilla, si mayo tiene la llave del año, las lluvias a primeros de junio son más que beneficiosas tanto para los cereales como para las cepas en pleno desarrollo.

Refrán muy difundido por toda España, existe también entre nuestros ecinos los franceses Saint-Marcellin, bon pour l’eau, bon pour le vin y Beau temps à la Saint-Marcellin, assure le pain et le vin. 

El agua de San Pedro da pan, vino y cordero

Este refrán, del que no hemos encontrado ningún registro en los refraneros consultados, nos fue proporcionado por María Gil, de Campillo de Aranda, dentro de su gran colección, construida refrán a refrán con los que iba oyendo.
A priori, y sin otros argumentos, estaríamos ante una réplica de otro refrán dentro del esquema «agua/lluvia de... quita/da...», probablemente alguno de los de San Juan, dada la proximidad de su festividad. 

Si bien las lluvias a principios de mes son deseables, no lo parecen tanto a finales, con el cereal ya granado y a punto de cosecharse, y en cuanto a las viñas están en plena floración y por lo tanto el agua puede estropear el fruto incipiente. 

San Pedro. saca el ajo y planta el puerro  

Claro refrán hortelano, muy popular en Castilla, y recogido en este caso en Gumiel de Izán. Nos recuerda cuándo hay que recoger un fruto y plantar el otro, aunque hace hincapié en la primera parte, pues es a primeros de julio cuando se celebran las principales ferias del ajo en Castila y León: Zamora primero, por San Pedro, y más tarde la de Castrojeriz.

Los ajos, como ya veremos en su momento, se plantan alrededor de San Martín, en noviembre, con lo que vendrán tempranos y para mayo ya se tendrán, pero otros prefieren esperar hasta febrero y cogerlos por estas fechas.

De San Pablo en adelante, no hay niebla que no levante

No es un refrán que podamos encontrar glosado en los libros que van relacionando el tiempo con los día del calendario. 

La razón para ello es bastante obvia, pues las nieblas a estas alturas del año son raras, y por ello, si suceden, por amanecer algún día frío, no tardan en levantar.


Por San Pablo y por San Pedro, la lagartija sale del agujero

Este refrán fue recogido en Peñalba de Castro a través de los alumnos de El Empecinado, y es incluido por Junceda (1995: 426) en su Diccionario, de donde muy probablemente lo tomó también la abuela de la alumna que le proporcionó el refrán.

Junceda lo justifica de una forma un tanto tautológica:
Dice que desde finales de junio (día 29, celebración de ambos santos), con la llegada del buen tiempo, los animales salen a tomar el sol.

«Se dice cuando a finales de junio ves ya alguna lagartija», añade la alumna, pero lo cierto es que las lagartijas hace tiempo que han salido del agujero. ¿Qué sentido tiene, entonces, este refrán?

Mi opinión es que Junceda ha recogido aquí una corrupción del refrán tradicional, sin pararse demasiado a ver si tenía sentido o no la letra estricta de él.Es en febrero cuando según el refranero tradicional la lagartija sale del agujero: En febrero sale la lagartija del agujero, o Sol de febrero saca a la lagartija del agujero.

Hay que señalar también que en el mes de febrero, el 22, se celebra San Pedro en Cátedra, donde podemos encontrar algunos refranes relacionados con la aparición de los reptiles, como este que recogimos en Adrada de Haza y Arandilla: San Pedro, sale la culebra del agujero.


San Pedro revoltoso, mal para el amo y peor para los mozos

Este refrán no tiene que ver nada con el tiempo, pero sí con las costumbres. En ese día, o alrededor de él, era cuando se ajustaban los obreros para el verano, los llamados agosteros. Tradicionalmente los mozos dejaban a los amos el Día de San Juan, los refraneros recogen varios refrenes al respecto, y volvían a contratarse por San Pedro. Los pastores se contrataban al día siguiente, el día de San Marcial.

Fue aportado por los alumnos del C. R. A. Valle del Riaza, y apunta a una mala avenencia entre amos y criados que empeñaba las relaciones para las labores del verano que se avecinaban.


A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga 

Finalizamos con este conocido refrán que presenta una amplio marco de utilización. si bien debemos pensar que cuando algo está dado por la máxima autoridad, a San Pedro, su ministro, solo le queda aceptarlo y bendecirlo. Recordemos que san Pedro fue consagrado por el mismo Cristo como cabeza de la Iglesia:«Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». San Pedro siempre ha estado unido a san Pablo a raíz de su martirio bajo el mandato de Nerón: San Pedro Crucificado boca abajo, por expreso deseo, y san Pablo degollado, ya que al ser ciudadano romano no podía morir en la cruz.

Es refrán, con gran tradición en castellano pues aparece citado hasta tres veces en el Quijote, y de uso actual, pues es fácil encontrar contextos donde se utiliza.


Imagen de san Pedro en el altar de la iglesia de Gumiel de Izán
San Pedro (Iglesia de Santa María, Gumiel de Izán)



Nota: Algunos informantes explican las muchas tormentas entre San Juan y San Pedro porque ambos tenían la misma novia y reñían por ella. No sabemos quién sería esa novia (contado por Celia García, 21-6-2020, de habérselo oído a su tío Juan, que era de Sotillo de la Ribera).


Bibliografía


  • Barniol, Albert et alii (2014): Los refranes de el tiempo. Madrid: Espasa Calpe.
  • Cantera Ortiz de Urbina, Jesús y Sevilla Muñoz, Julia (2001): El calendario en el refranero español. Madrid: Guillermo Blázquez, Editor.
  • Cervantes, Miguel de (1605, 1615 = 2005): Don Quijote de la Mancha. Francisco Rico (ed.). Instituto Cervantes. [En línea]: (http://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quijote/default.htm), [consulta:24-02-2016].
  • Correas MartínezMiguel y Gargallo GilJosé Enrique (2003): Calendario romance de refranesBarcelona: Edicions de la Universitat de Barcelona.
  • Hurtado González, Luisa (2018): La meteorología en los refranes. Madrid: Ministerio de Agricultura y Pasca, Alimentación y Medio Ambiente. AEMET.
  • Junceda, Luis (1995) Diccionario de Refranes. Gonzalo Torrente Ballester (prol.). Madrid: Espasa Calpe.
  • Marecelino y Pedro, santos. Catholic.net. [En línea]: https://es.catholic.net/op/articulos/34558/marcelino-y-pedro-santos.html, [consulta: 15-5-2020]. [cons
  • Martínez Kleiser, Luis (1945): El tiempo y los espacios de tiempo y los refranes. Madrid: Librería General de Victoriano Suarez..
  • ParemioRom. Paremiología romance: refranes meteorológicos y territorio. Universidad de Barcelona (http://stel.ub.edu/paremio-rom/es).
  • Refranero multilingüe (2017). Centro Virtual Cervantes. 
  • Rubio Marcos, Elías, Pedrosa , José Manuel y Palacios, César Javier (2007): Creencias y supersticiones de la provincia de Burgos. Burgos: Ed. de Elías Rubio Marcos. 
  • Sánchez Egea, José (1986): El libro de los refranes de la temperie. Madrid: Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones. Instituto Nacional de Meteorología.
  • Tresaco Belío, María Pilar (2009): «El santoral y el vino en los refraneros español y francés (II): los santos y la meteorología», Paremia, n.º 19. https://cvc.cervantes.es/lengua/paremia/pdf/019/020_tresaco.pdf, [consulta:24-5-2020].
  • Ugarte García, María del Carmen (2007): El refranero del C. R. A. Valle del Riaza. [En línea]: http://cravalledelriaza.centros.educa.jcyl.es/sitio/index.cgi?wid_seccion=6&wid_item=87, [consulta: 3-5-2020].
  • — (2008): «Refranes agrícolas de Quintana del Pidio», Cuadernos del Salegar, núm. 55-56. [En línea]: http://mimosa.pntic.mec.es/~jcalvo10/Textos-CdS/55-56-RefranestiempoQuintana.pdf, [consulta: 3-5-2020].
  •  — (2012): Paremias y otros materiales de tradición oral en la Ribera del Duero. Estudio etnolingüístico y literario. Tesis doctoral dirigida por
    María Josefa Postigo Aldeamil. [En línea]: https://infoling.org/elies/?t=ir&t=ir&info=Tesis&id=106&r=360Raquel, [consulta: 3-5-2020].

lunes, 4 de mayo de 2020

Núm. 226. Los santos de mayo

En su muro de Facebook, Candelas Iglesias, ambientalista en Abubilla Ecoturismo, cita un refrán sobre la floración de las viñas a finales de abril, A finales de abril, verás en flor la vid. Esto me recuerda que tengo pendiente de preparar una charla sobre los santos refraneros. La charla no se podrá impartir en la fecha programada, pero siempre conviene tenerla lista para lo que se pueda terciar, y en cualquier caso, siempre podremos servirnos del blog, así que allá vamos.

Los santos en el refranero 

Antiguamente, cuando los ritmos de la vida eran otros y el tiempo se medía de otra manera, era muy común referirse a las fechas del calendario por el santo del día. Esta forma de nombrar se trasladó con frecuencia al refranero, siendo algunas fechas y algunos santos muy populares, hasta el punto de marcar auténticos hitos en el calendario agrícola.

En esta serie de artículos, iremos comentando algunos de esos refranes directamente relacionados con las festividades religiosas, con especial atención a los que son más populares en la Ribera del Duero burgalesa.

El hecho de comenzar por mayo, aparte de ser el mes en el que estamos, es por porque en él podemos localizar el refrán que podemos considerar como el inicio del ciclo de la viña, cultivo fuertemente ligado a esta comarca.

Por la Cruz, la viña reluz

Candelas Iglesias ilustra el refrán transcrito arriba con la foto, que, con su consentimiento, tomo prestada para este artículo, de una cepa en flor, o más bien «reluciendo», porque este refrán es bien conocido de nuestros labradores.

Tronco de una cepa que muestra dos brotes. En la esquina el logo de la empresa Abubilla Ecoturismo
  
La Invención de la Santa Cruz se celebra el 3 de mayo. Con anterioridad, en muchos pueblos todavía se ha pingado el mayo, y cantado a su alrededor; el día 3, también con ayuda de los vecinos. se habrá puesto en algunos barrios la cruz de mayo, que se mantendrá todo el mes, o hasta la segunda fiesta de la Cruz, la de la Exaltación, el 14 de septiembre.

El brote, el reluz, de las viñas suele venir puntual casi todos los años, por ello es algo que observan de cerca los labradores. Si se adelanta, la preocupación aumenta, ya que se corre el peligro por las nada infrecuentes heladas de estas fechas, y si se retrasa en demasía, todo el ciclo arrastrará ese retraso.

Isidrete, Gregorete y Pedrete son tres vendimiadores bien majetes 

Este curioso refrán, que me aportaron los niños del C. R. A. Valle del Riaza en el 2007, pudiera parecer que se refería a alguna anécdota local protagonizada por tres activos y simpáticos vendimiadores. Así lo pensé durante un tiempo, a falta de que nadie me diera razón sobre su origen o significado; pero la lectura atenta de Iribarren (1952: 558) me llevó a este otro refrán, Entre Marcos, Marquetes y Pedretes cortan las uvas sin corquetes, que el erudito explica así:
Refrán de Torres del Río, alusivo a las heladas que suelen producirse entre el 25 de abril (San Marcos) y el 29 de junio (San Pedro). Corquete llamamos a la cuchilla curva que utilizamos en la vendimia.
Creo que no es necesario aclarar que el corquete navarro, y también riojano, es nuestro garillo o garucho, pero volviendo a nuestros vendimiadores, nos encontramos con San Isidro, el 15 de mayo, San Gregorio Ostiense, el 9 de mayo y San Pedro Martir o de Verona, el 29 de abril, es decir Isidrete, Gregorete y Pedrete, nombrados en orden inverso a su aparición en el calendario.

Las heladas de mayo son muy temidas por los agricultores en la Ribera. Como hemos visto arriba, las yemas están brotando y una helada cualquier noche se las lleva, de ahí que tras una de esas heladas, sea frecuente oír aquello de «Me parece a mí que este año ya hemos vendimiado». Siempre se exagera, porque algo queda, pero hay años, como ocurrió en el 2017(*), si la memoria no me falla, que las heladas de primeros de mayo acabaron con toda la fruta y el daño en la viña fue a veces irreparable.

La ironía del refrán es manifiesta, pues de majetes nada, los tres vendimiadores. 

¡A San Pedro Regalao! 

El 13 de mayo, festividad de San Pedro Regalado, es fecha importante en la Ribera, y por dos razones: porque se celebra una de las más importantes romerías, a la que acuden gentes de distintos pueblos, y porque es fecha señalada en el calendario agrícola, ya que los hielos antes de esa fecha suelen ser los más dañinos.

Por esta segunda razón, y aunque no hemos recogido ningún refrán específico sobre este hecho en la Ribera, sí que es frecuente oír, principalmente de boca de los horticultores, cosas como: «Hasta que no pase San Pedro Regalado no planto los tomates», «Hasta que no pase San Pedro Regalado habrá que tener cuidado, y habrá que tapar las llantas», «San Pedro Regalado tiene mucho peligro».
Hasta que no pase San Pedro Regalado...
San Pedro Regalado el de La Aguilera, que añaden algunos, para que no haya duda de que nos referimos al santo local, y no a ningún otro, pero especialmente a su fiesta, que era esperada por gran ilusión en toda la Ribera.

Procesión del santo Regalado por la pradera. En primer lugar la carroza con los niños subidos en ella, en el fondo un puesto de churros. baldaquino deg
Romería de San Pedro Regalado, 2008

Se cuenta que los chicos de los pueblos de los alrededores acudían a la romería, las más de las veces con lo puesto, confiando en que algún familiar o amigo les invitara a comer, pero no siempre resultaba así, con lo que se tenían que volver a casa cansados y hambrientos. De ahí salió la actualización de la paremia:
—¿A dónde vas? —¡A San Pedro Regalao! [en tono alborozado].
—¿De dónde vienes? —De La Aguilera [dicho en tono triste].
En otros lugres este dialogismo juega con la fiesta de los toros, y a pesar de las acotaciones que podamos hacerle al ponerlo por escrito, es refrán para dicho y no para escrito, ya que la entonación es fundamental para su comprensión.

San Isidro Labrador, quita el agua y pon el sol

Llegamos a mediados de mes y la fiesta por excelencia de los labradores. Día propicio para sacar la imagen del santo en procesión e invocar su intercesión para que el buen tiempo madure las cosechas.

En casi todos los pueblos de la Ribera se mantiene la procesión o la romería, que San Isidro es mucho santo. 

Aunque el refrán tiene distintas variantes que pueden aportar matices a su significado y uso, aquí se nos presenta, no como una constatación, —el tiempo cambia, se hace estable, a partir de la segunda mitad del mes— sino como una plegaria, un verso más de las múltiples rogativas que se daban en estos días desde San Marcos en adelante. Así lo señala también los meteorólogos de TVE (Berniol et alii, 2014: 80):
Puede ser una petición que el agricultor hace al santo para que salga ya el sol si ha llovido mucho anteriormente y así las plantas crezcan deprisa.

Santa Rita y San Urbán quita vino y no da pan 

Santa Rita es el 22 de mayo, festividad también de santa Quiteria, y San Urbano, el 25 del mismo mes, dos fechas muy próximas, en las que los labradores se vuelven a fijar.

En el refrán, que recogimos en el C. R. A. Valle del Riaza (Ugarte García, 2007), el elemento elidido es la lluvia, pues aunque las lluvias en mayo son provechosas, a medida que avanza el mes y sobre todo, su abundancia, van resultando perjudiciales para el buen hacer de los trigos.

También puede referirse a las heladas tardías, que en nuestros campos no hay que descartar nunca.
La helada de San Urrbán quita vino y no da pan
Recogido igualmente en el Valle del Riaza (Ugarte García, 2007), nos previene porque puede acabar con la hortaliza recién plantada Hasta San Urbano no está libre de heladas el hortelano, observan en otros lugares—, flor de los frutales que vayan retrasados y finalmente las viñas, en pleno desarrollo.

Santa Rita, santa Rita, lo que se da no se quita

¿Quién no ha acudido alguna vez a esta fórmula?

Aprovechamos para decir que santa Rita de Casia (1381-1457) fue una santa italiana de la que se cuenta que era muy caritativa con los pobres. A espaldas del marido, les llevaba alimentos, pero el marido empezó a sospechar, y un día la sorprendió saliendo de casa. La hizo mostrar lo que llevaba debajo del manto, y en vez de panes hallaron rosas, prodigio que también se cuenta de otros santos.

Por esa razón, y por estar en el mes de las flores, a santa Rita se la representa con rosas en el regazo.

Un rosa rosa


En cuanto al origen del dicho, es claro que la rima está jugando un papel importante; no obstante, circula, incluso entre los estudiosos (Panizo Rodríguez, 1999: 69; Buitrago, 2008: 608) el cuentecillo de que una joven, que era bastante fea, recurrió a la santa, abogada de los imposibles, para que le buscara novio; la santa lo hizo, pero poco antes de la boda, el novio se arrepintió, y la joven volvió a la iglesia para echarle en cara a la santa la faena: «Santa Rita, santa Rita, lo que se da no se quita».

Hasta la Ascensión no te quites el jubón, ni que haga frío ni que haga calor

Finalizamos con los refranes relativos a la Ascensión, fiesta variable, pero que suele coincidir en el mes de mayo. Se celebra cuarenta días después de la Pascua de Resurrección, y en la actualidad, la Iglesia, con el fin de que acomodar las fiestas religiosas a las civiles, la celebra en el domingo más próximo a ese jueves, pero recordemos que caía en jueves y de ahí el famoso refrán: Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol, Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión.

Mayo es un mes de tiempo cambiante, aunque menos que sus predecesores, marzo y abril. Aunque el calor y las horas de insolación aumentan, no son despreciables ni las mañanas frescas ni las heladas a destiempo, tal como hemos visto arriba. De ahí este refrán que bien podemos entender como un sinónimo del bien conocido Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo.

El jubón era una chaqueta, normalmente con mangas y ajustada al cuerpo que solía forrarse de varias telas, e incluso acolcharse. Se vestía sobre la camisa, y cuando hacía mucho frío se colocaba sobre ella, alguna otra ropa de abrigo. Tiene su origen en la Edad Media, pero adquirió su auge en el siglo XVI al hacerse prenda cortesana.

En cuanto al sayo era una ropilla que llegaba hasta las rodillas y que los aldeanos solían vestir a modo de casaca. Cuando llegaba el buen tiempo se la quitaban para permitir más facilidad de movimientos en las labores diarias.

Si llueve el día de la Ascensión, cuarenta días seguro son

Aquí nos encontramos con un refrán de los llamados predictivos, pero en este caso sin ningún fundamento, por lo que cae totalmente en el caso de los refranes supersticiosos. 

La rima, y el atractivo por el número cuarenta en la cultura popular y en la religiosa, volvemos a recordar que cuarenta días van de la Pascua a la Ascensión, influyen, sin duda, en este refrán. Junio, mes en el que caerían la mayor parte de los cuarenta días suele ser más bien seco. 

Su origen supersticioso lo avala también el hecho de que en realidad está prediciendo un mal para el agricultor, pues las lluvias a estas alturas del año no son bienvenidas, como así lo afirman otros refranes que iremos viendo.

Si quieres tener pollos el Día del Señor, echa los huevos el Día de la Ascensión

Entre la Ascensión y el Día del Señor, o Corpus Christi van tres semanas, es decir, 21 días, que es lo que tarda la gallina en empollar. 

Pese a lo que pudiera parecer, el refrán no aconseja acerca de las prácticas avícolas, aunque también puede aplicarse, sino de que si se quieren obtener resultados, han de hacerse las cosas a su debido tiempo. En mis tiempos de estudiante de sistemas, a esto lo llamaríamos hacer un PERT y hallar el camino crítico, ahora seguro que todo eso se ha quedado atrás. En cualquier caso, la enseñanza etnográfrica que hay detrás de la letra de este refrán bien merece que nos detengamos en ella.

Rubio Marcos et alii (2007: 290-297) recogieron abundantes fórmulas y prácticas en la provincia de Burgos alrededor del Día de la Ascensión, tanto de la importancia de echar los pollos ese día, incluso en el caso de que la gallina no estuviera clueca, como de la importancia del día en sí, en que por su grandeza, igualable a la del Día del Señor, ni las aves presentaban actividad en el nido. 
Si quieres que tu clueca buenos pollos saque, no le eches huevos pares
Nos iremos a Alcozar, en el lado soriano de nuestra Ribera para ver que los huevos que se echaban habían de ser impares. El porqué no se sabía muy bien, aunque podremos ver por el segundo testimonio que era creencia consolidada:
Para echar huevos a una gallina culeca (sic.) se preparaba una cesta o un cunacho con paja limpia y se colocaban encima los huevos. Se solían poner de 13 a 17, siempre un número impar (aunque nadie sabía el porqué) y que no fueran demasiados para que la gallina los pudiera cubrir bien con su cuerpo y las alas. También se elegían los huevos según se quisiera que salieran pollos o pollas. Esto se notaba por la prendedura. Se cogían los huevos y se miraban al trasluz, y si la prendedura estaba en un lado o en el otro se tenía casi la seguridad de que saldrían machos o hembras. Otra forma de conocer de antemano el sexo era que de los huevos más redondos salían pollas y de los más alargados pollos. Se esperaba que llegase el buen tiempo, porque, como dice el refrán: mayo frío, malo para pollos y bueno para trigo (Alcozar/Etnografía/pollos, 03-05-2020).
Por otro lado me queda el testimonio de mi abuela Petra, transmitido a través de mi tía, Ángeles García:
La abuela Petra, cuando echaba los huevos a empollar, los echaba en número de quince y, cogiendo la gallina por las alas y recogiéndolas sobre el resto del cuerpo, bendecía con ella los huevos, y haciendo la cruz sobre ellos recitaba: «Bendito sea el Salvador, catorce pollitas y un cantador»
El pedir que fueran catorce las pollitas, futuras ponedoras de huevos, y un solo gallo, se explica dentro de la economía doméstica de la época, como bien señala la informante de Alcozar
Las pollas se dejaban hasta que se hacían gallinas y comenzaban a poner huevos. Y los pollos se reservaban para las fiestas patronales, para la temporada que duraba la siega y, los más grandes, se comían durante la Navidad (Alcozar/Etnografía/pollos, 03-05-2020)..
En cuanto a que fueran impares los huevos y el hacer la señal de la cruz, son tradiciones muy arraigadas, sin que para el caso de los números haya una explicación detrás. El hecho de hacer la cruz sobre todo aquello que vaya a dar un fruto o para que llegue a buen término, como las masas o el mondongo de las morcillas, tiene su explicación dentro de la práctica religiosa cristiana.

Notas 

(*) La helada negra, me apunta Juan José Calvo Pérez, tuvo lugar en la madrugada del día 28 de abril. Exactamente estuvo helando desde las dos a las siete y media de la mañana. Temperatura mínima -4,8.

Bibliografía

  • Alcozar. [En línea]:http://www.alcozar.net/etnografia/pollos.htm, [consulta: 03-05-2020].
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  • Cantera Ortiz de Urbina, Jesús y Sevilla Muñoz, Julia (2001): El calendario en el refranero español. Madrid: Guillermo Blázquez, Editor. 
  • Correas MartínezMiguel y Gargallo GilJosé Enrique (2003): Calendario romance de refranesBarcelona: Edicions de la Universitat de Barcelona. 
  • Hurtado González, Luisa (2018): La meteorología en los refranes. Madrid: Ministerio de Agricultura y Pasca, Alimentación y Medio Ambiente. AEMET. 
  • Iribarren, José María (1952): Vocabulario navarro. Pamplona: Editorial Gómez. 
  • Martínez Kleiser, Luis (1945): El tiempo y los espacios de tiempo y los refranes. Madrid: Librería General de Victoriano Suarez.
  • Panizo Rodríguez, Juliana (1999):Dichos y otras expresiones coloquiales. Ed. de la autora.
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  • Ugarte García, María del Carmen (2007): El refranero del C. R. A. Valle del Riaza. [En línea]: http://cravalledelriaza.centros.educa.jcyl.es/sitio/index.cgi?wid_seccion=6&wid_item=87, [consulta: 3-5-2020].
  • — (2008): «Refranes agrícolas de Quintana del Pidio», Cuadernos del Salegar, núm. 55-56. [En línea]: http://mimosa.pntic.mec.es/~jcalvo10/Textos-CdS/55-56-RefranestiempoQuintana.pdf, [consulta: 3-5-2020].
  • Ugarte García, María del Carmen y Postigo Aldeamil, María Josefa (dir.) (2012): Paremias y otros materiales de tradición oral en la Ribera del Duero. Estudio etnolingüístico y literarioTesis doctoral. [En línea]: (http://infoling.org/search/tesis/ID/106#.VsRBv_nhDIU), [consulta: 16-02-2016].