sábado, 2 de febrero de 2019

Número 203. Guido Eytel: lo breve si bueno...

Uno de febrero, ha llovido, hace viento y frío, en el centro cultural Clara Campoamor, Sonia Aldama Muñoz nos ha reunido para rendir homenaje al poeta Guido Eytel, prácticamente desconocido en España salvo para unos pocos, pero muy conocido en su tierra natal, Chile, donde ha dejado un inolvidable recuerdo.

Uno de los últimos retratos de Guido Eytel
Guido Eytel. Foto de Antonio Vielma (tomada del blog Culturamas)

Yo tampoco conocí en persona a Guido, pero lo recuerdo de sus participaciones, siempre medidas, en la lista Apuntes, no en vano uno de los que participaron en el homenaje recordó una frase que yo también le había leído más de una vez: 

lo breve si bueno, dos veces breve, 

mejorando sin duda la forma clásica del refrán.

En el homenaje tuvimos ocasión de ver algunos vídeos, especialmente emotivo aquel en el que habla del agua y de cómo se fue formando su pueblo, y gusta oírle con esa voz pausada llena de acentos de esa tierra tan lejana y tan próxima. Porque lo comentábamos a la salida, mi amiga Luz y yo, con otro asistente, su castellano es claro, se entiende perfectamente sin tener que recurrir a intermediarios o diccionarios de americanismos y sin embargo, suena allá, y se nos cuela acá.

Se sucedieron durante dos horas lecturas emotivas y emocionadas de sus versos, de sus relatos, capítulos enteros de sus novelas, bien traídos por los que le conocieron en la Escuela de Escritores y seleccionados por la anfitriona, Sonia.

A modo de regalo y de recuerdo, una hoja volandera nos permitió llevarnos a casa alguno de sus poemas. 

Militante comunista, con una sensibilidad especial para los seres humanos, y también para la clase política, que también conocía, me quedo a manera de botón de muestra con este poema que me parece totalmente aplicable a la actualidad española.

La jaula de los loros 

Guacamayos, tucanes, cotorras,
choroyes, tricahues, loros loros,
pájaros babeles gobernantes,
asambleístas, silbadores,
metacantores, pájaros huecos,
pájaros ecos, pajarecos,
locutores, comentaristas, 
locuristas guacatorras,
comentoyes, goberneles,
pajarantes, choroístas,
esta es la gran jaula de los loros:
aquí habita la metralla
del canto, el silbo y la palabra.
A estos pájaros, perdónalos, Señor,
porque ninguno sabe lo que dice.
No te has ido, porque nos quedan tus palabras.

2 comentarios:

Ele Bergón dijo...

Suscribo, todo lo que dices. Fue un gran descubrimiento.Yo noconocía nada de este poeta y escritor chileno, ni tampoco su literatura. El homenaje estuvo muy bien y quisiera encontrar, al menos su poemas,que me encantaron. Sus textos en prosa, a veces se me hacían un poco largos y los perdía,pero se notaba el buen hacer Guido Eytel, cuyo nombre ya no se me olvidará.

Mereció la pena y mucho,salir de casa en un día frío y desapacible por Madrid

Besos

Sor Austringiliana dijo...

Palabras con música. Os mereció la pena.
Besos