jueves, 18 de febrero de 2010

Número 4. Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente

No hay que relajarse, hay que estar siempre ojo avizor en esta vida, la pereza no suele llevar a buen puerto, porque ya se sabe que camarón que se duerme, se lo lleva la corriente, o lo que puede ser peor: termina en un cóctel..

Define el DRAE la palabra camarón como: 
2. m. Crustáceo decápodo, macruro, de tres a cuatro centímetros de largo, parecido a una gamba diminuta, de color pardusco. Es comestible y se conoce también con los nombres de quisquilla y esquila.
Refrán conocido en España, pero de uso más generalizado en los países americanos, es refrán relativamente nuevo, siendo uno de los primeros en registrarlo Rodríguez Marín, que ya lo incluía en sus Cincuenta cuentos anecdóticos (1919: 301): «No es usté un hombre práctico, y ya se sabe: camarón que se duerme...». Más tarde lo incluye  Martínez Kleiser (1953: 181) en su recopilación (núm. 16.388), pero no bajo el epígrafe Pereza, sino Descuido. El DRAE lo recoge en la edición de 1956, y dice que es «refrán con que se estimula la diligencia en la persona». Curiosamente, a partir de esta edición, la RAE decidió retirar los refranes de su Diccionario.
El refrán tiene su equivalencia prácticamente exacta en las lenguas galaico-portuguesas: Camarão que dorme, a onda o leva (PT) y  Camarón que se dorme vaino levando a corrente (GL), y es en esta lengua (de la Iglesia, 1886: 226) donde encontramos estos preciosos versos que contradicen el refrán
N' hai tal camaron dormido 
Nin taf corrente levalo, 
O camaron 'na sua cóva
Sempre vive preparado
s.
Como la cita es de 1886 bien podemos entender que era moneda corriente en lengua gallega por esas fechas. Somos capaces aún de encontrar una referencia un poco más antigua a él, y es en un cuento, una novela corta, Un alma en pena (1862), de un autor puertorriqueño del siglo XIX,  Alejandro Tapia y Rivera:
Con sólo hablar de ellas se volvió esto el puerto de arreba-capas y no quiero que cual camarón dormido me arrastre la corriente.
En los refraneros américanos encontramos múltiples referencias a este refrán: Refranero panameño: contribución a la paremiología hispanoamericana (Chile: 1955), Refrán viejo nunca muere (México: 1993), Dichos y refranes oídos en Colombia (Colombia: 1973), Los dichos en el habla chilena (Chile: 2002), y un largo etcétera.
Pero quizá no sea su popularidad la característica principal de este refrán, sino su facilidad para convertirse en un antirrefrán, es decir para jugar con él y conseguir así nuevas formas que van ganando terreno a la original. Ya lo hemos dicho. Camarón que se duerme amanece en un cóctel, pero también Al camarón que se duerme no lo contratan como velador, etcétera...
Aunque recientemente, la guinda la ha puesto inadvertidamente el príncipe Guillermo de Holanda, al decir que Camarón que se duerme, se lo lleva la chingada.


Fuentes:

De la IGLESIA, Antonio (1886): El idioma gallego, su antigüedad y vida. Vol 3. Consultado a través del Google Libros [18/02/2010]. 
Martínez Kleiser, Luis (1953): Refranero general ideológico espalol. Madrid: Librería Editorial Hernando.

Refranero multilingue: Centro Virtual Cervantes, [consulta: 18/02/2010].
RODRÍGUEZ MARÍN, Francisco (1919): Cincuenta cuentos anecdóticos Revista de archivos, bibliotecas y museos. Consultado a través del Google Libros [18/02/2010]. 




 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Señá Carmen:
Es una pena que no se nos prodigue más en el blog... sus artículos son muy esperados.
Capitán Haddock.

La seña Carmen dijo...

Los buenos guisos necesitan su tiempo y su cariñito, y no es fácil, no es fácil.