sábado, 17 de mayo de 2025

Núm. 305. Tórtoles de Esgueva: el agua, la iglesia y la reina Juana (y II)

Seguimos nuestra visita pasando por curiosas plazas cerca de donde en otro tiempo se situó alguna de las puertas de la muralla.  Allí, recientemente y por iniciativa de Ángel, nuestro joven guía, se ha reproducido, con alguna concesión en la orientación, una cabaña de pastor. Este tipo de construcciones, en piedra seca, pueden encontrarse aún por toda la comarca y sirvieron de refugio tanto a pastores como a agricultores. Al fondo se aprecia la moderna bodega Buen Camino.

Chozo de pastor. Al fondo la bodega.


Esta bodega tuvo su origen en una curiosa casa del pueblo, que durante muchos años fue hospital para pobres. Con el tiempo pasaría a propiedad privada, donde sus dueños fundaron una bodega. El vino se vendería en una taberna en la plaza del pueblo. Ya en el siglo XXI, al quedarse pequeña la casa familiar, los herederos fundaron la bodega actual. 

La visita, sin duda, adquiere otro tono cuando llegamos frente a la casa en la que se alojó la reina Juana, de cuya época apenas queda un pequeño recuerdo en la fachada. Habríamos pasado sin detenernos ante una casa más del pueblo, de no ser por nuestros guías que nos narran el episodio histórico. 

Semiarco en piedra con decoración de bolas

Maru ante la casa explicando la historia

Allí, nuestra guía, Maru, se mete casi en la piel de la desdichada reina Juana I de Castilla -olvidemos el injusto apodo de la Loca-, para transmitir las palabras de un cronista local, que nos va a relatar cómo fueron los hechos; cómo el respeto y el amor de la hija hacia el padre cambiaron por completo su destino, al confiar en él para entregarle la regencia de Castilla. 

La estancia de la reina en Tórtoles, tracendente para el reino, pero sobre todo para su vida, está presente en el imaginario colectivo de la localidad. De la crónica local, que acertadamente nos acerca Maru, recogemos las palabras finales:

A partir de este encuentro se van a cometer las mayores tropelías contra una reina legítima. Primeramente, el ninguneo de su padre en Tórtoles para llevarse la regencia, y nueve años después su hijo Carlos la va a defenestrar de por vida, confinándola en Tordesillas.

Ventana con persiana verde enrollada, cortinas blancas y maceta con flor roja

En la calle por la que nos acercamos a la plaza hay varias casas en otro tiempo señoriales; hoy los estragos de la división por herencias pueden apreciarse lamentablemente en alguna de ellas. En la mayoría su esplendor pertenece al pasado y una vez más de nuestras bocas sale con sordina un ¡qué pena!

Afortunadamente pequeños detalles de las casas habitadas, como esa maceta que nos saluda desde la ventana, mantienen la esperanza.

Y llegamos a la plaza, flanqueada en su lado norte por la imponente mole de la iglesia, que más que iglesia parece fortaleza. Durante su estancia en Tórtoles, la reina Juana depositó el féretro de su esposo es la iglesia, a donde acudía a misa diariamete.

Fachada de la iglesia con la torre fortificadas
(Iglesia de San Esteban Protomártir- Wikimedia Commons)

Se comenzó a construir por la torre defensiva, a la que se adhirió una iglesia románica, que, más tarde, en el siglo XV, se amplió para construir la iglesia gótica actual, una de las primeras y más importantes de la provincia.

La fachada es sencilla, muestra un gran rosetón en lo alto, y sobre la puerta un sencillo cordón y una pequeña imagen de san Esteban Protomártir, a la que está dedicada.

Vista interior de la nave central y la del evangelio. Bóvedas de crucería. Al fondo el prebisterio con el retablo

El interior de la iglesia es aún más sorprendente que su exterior. De tres naves a diferente altura y planta de cruz latina, apenas apuntada. Las naves constan de cinco tramos; en el primero, junto a la base de la torre, se levanta un soberbio coro. En él se puede admirar un notable órgano del siglo XVIII.

Vista del coro con el órgano a la derecha de la imagen

 Debajo del coro encontramos la pila bautismal, románica.

Pila bautismal románica adornada con sencillos arcos de medio puntoccia

La iglesia cuenta con varios altares. El retablo mayor combina pintura y escultura en madera, con estofados dorados. Tiene unas dimensiones considerables, ya que ocupa todo el testero del ábside. De finales del siglo XVI, es renacentista con tendencia al manierismo. Además de la imagen central dedicada a San Esteban, llama la atención el monumental tabernáculo o sagrario. En las distintas calles los cuadros y las esculturas representan escenas de la vida de la Virgen, de Jesús y de santos diversos. El retablo se corona con un calvario.

 
 
Al lado del evangelio se abre una capilla funeraria, presidida por un altar barroco con columnas salomónicas. Allí la imagen del Crucificado con melena de pelo natural.
 
Las naves del evangelio y la epístola se cierran con sendos altares presididos por la Virgen del Rosario y el Niño Jesús de Praga, respectivamente.  Ahorramos su descripción e invitamos a los lectores a visitar Tórtoles, su iglesia y a detenerse ante altares, imágenes y capilla.
 
De nuevo en la plaza, el edificio del ayuntamiento no pasa desapercibido. Es un soberbio edificio de dos plantas sobre la baja, que se encuentra porticada. Data del siglo XVII, aunque fue reconstruido en el XVIII. A lo largo de su historia ha albergado distintas funciones. En la actualidad alberga el consultorio médico y en la planta sótano, con entrada por una calle lateral, la biblioteca.

 
La visita a Tórtoles termina en una plazoleta donde se halla otro edificio importante en la vida actual de sus habitantes. En su origen fue albergue de peregrinos, luego escuela paara niños y niñas -hasta cien escolares llegó a haber-, y en la actualidad es el centro social, donde tienen lugar distintas actividades. 
 
Ha sido una mañana agradable, muy agradable gracias a nuestros guías. En la mochila, aparte de los recuerdos y las fotos, nos llevamos a casa un paquete de magdalenas, para seguir disfrutando de ese pueblo.

Mayo de 2025 

2 comentarios:

el paseante vallisoletano dijo...

Creo que descubro tu blog, lo cuelgo en la columna del mío para seguirlo. Muchas gracias.

Sor Austringiliana dijo...

De nuevo en Tórtoles, con el recuerdo de la desdichada Juana, traicionada primero por su padre y luego por su hijo. Convenía su locura.
Seguimos riberizando, con buen guía. Y buena cronista. Gracias, Carmen.
Besos